Es como luce el panorama luego de los 12 días de paralización y vandalismo que se vivió por culpa de los indígenas, agitadores a sueldo, mercenarios cubanos y venezolanos capitaneados por los asambleístas correistas y la prefecta Pabón.
El país busca recuperarse de las pérdidas económicas que se dieron como consecuencia de las protestas, cierre de carreteras y los enfrentamientos entre los manifestantes y las fuerzas del orden. El monto es incuantificable, pero muchos lo estiman en 2.300 millones de dólares.
El panorama es desalentador ya que el futuro es incierto. Un gobierno totalmente débil y sin una conducción que haga avizorar que lo que le falta por concluir pueda prometer alguna mejoría tanto en lo económico, en lo social y político.
La destrucción del edificio de la Contraloría; el ataque a Medios de Comunicación, pozos petroleros; recintos militares y policiales, así como negocios privados, mostro el vandalismo en su más cruda expresión y la indefensión en que se encontraban los ecuatorianos en prácticamente todas las ciudades del país. Un ejército timorato y una policía que hacia esfuerzos por controlar el orden y no caer en manos del indigenado.
Si bien para muchos la lectura de los acontecimientos y su aparente desenlace es que el perdedor fue Correa al quedar frustrado su intento de golpe de estado, también no es menos cierto que nos quedamos con un país devastado y dividido donde se escuchan voces de federalismo, así como un tufo de rencor entre clases sociales fomentado no solo por los indígenas sino por el mismo gobierno.
La metamorfosis de Moreno fue más que evidente. De un presidente que aplaudíamos y le dábamos ánimo para que se mantenga firme en su decisión de abolir los subsidios, pasamos a un personaje que entro en pánico por la forma en que lo confrontaban los indios con un plumífero que hacía de voz cantante y una carencia de asesoramiento indispensable en esos momentos tan cruciales.
El gobierno bajo presión derogo el Decreto 883 con el 894, dando un aparente triunfo a los indígenas que insisten en decir que representan al pueblo ecuatoriano. Un grupo de vándalos que cometieron toda clase de delitos comandados por Vargas, Iza y otros plumíferos, no se pueden arrogar la representación de todo un país. Tampoco se puede redactar un nuevo Decreto solo entre gobierno y indigenado, se tiene que convocar a otros sectores productivos que son más importantes.
Por ahora el panorama es desalentador. El nuevo Decreto no se dictará con la rapidez que muchos estiman. Las Reformas que se enviaran la Asamblea no lucen muy viables. La Proforma Presupuestaria debe ser enviada hasta fin de mes y no se sabe de dónde saldrán los recursos.
Se mantiene un compás de espera por muchos temas, una perspectiva nada alentadora.
Porqué se dice que ganaron o perdieron los indígenas?, basta de echar leña al fuego, el país debe salir adelante y dejar de lamentarse, porque no se evalúa los daños en Guayaquil, o es que los indígenas también estuvieron en la tierra sagrada del déspota Nebot y Viteri, si algo se consiguió con la marcha es valido para todos, no estoy de acuerdo con el socialismo ni comunismo, pero no es la forma de expresarse por un determinado grupo indígena como culpable, veo que a un alcalde lo enjuician por pensar diferente, hagan lo mismo con Cinthia, Nebot y Gobernador ocuparon maquinaria del estado para cerrar puentes, acaso eso no es terrorismo. que es lo que está pasando en el país, que Guayaquil es otro país, ya basta de buscar culpables, esos están en Guayaquil donde buscó refugio Moreno.