No hay una sola fecha más importante con respecto a la independencia del Ecuador de España que el 9 de octubre de 1820. Sin necesidad de entrar a discutir con historiadores de la capital sobre la importancia de la fecha, en esa conmemoración fue la oportunidad para comprometerse políticamente con la ciudad de Guayaquil. Responsabilidad adquirida históricamente por las autoridades de turno.
Primera celebración del 9 de octubre que le toca a la flamante alcaldesa, Cynthia Viteri Jiménez, lamentablemente no pudo dar su discurso de rigor por las fiestas de independencia de Guayaquil, dado que hubo el levantamiento indígena en contra de la decisión gubernamental de eliminar el subsidio a los combustibles, el mismo que se tornó en una manifestación violenta donde se aprovecharon los saqueadores del gobierno anterior para anarquizar con actos vandálicos contra las instituciones democráticas. Por tal motivo, nunca nos enteramos de cual pudiera haber sido la promesa gubernamental para Guayaquil en esa fecha ni el compromiso que hubiera anunciado la alcaldesa con Guayaquil en ese día.
Después de varios intentos fallidos por parte del gobierno nacional de querer impulsar el Viaducto Sur Guayaquil (5to. puente), con razón y firmeza nuestra alcaldesa reclama la competencia que la Ley Orgánica Incentivos para Asociaciones Público-Privadas y la Inversión Extranjera (Ley APP) le atribuye para encargar a través de una concesión la provisión de bienes, obras o servicios que están bajo su competencia a un sujeto de derecho privado.
Solicitar la competencia de la ejecución del 5to. puente es parte de la idoneidad de una alcaldesa que ama a Guayaquil y daría la seguridad al país de que dicha obra se haría a la brevedad posible, evitando un fracaso como los que se repiten reiteradamente con cada cambio de ministro de transporte y obras públicas.
Como guayasenses tenemos que ser claros: la obra se ejecuta en la provincia del Guayas y el beneficio es para el país, porque su construcción conlleva beneficios directos e indirectos en comparación del Puente Alterno Norte (PAN). Entre los puntos de convergencia, viniendo desde el suroeste del país hacia el puerto de Guayaquil, el ahorro de tiempo es de aproximadamente una hora; esto crea un beneficio económico neto de aproximadamente $7.880 millones por un periodo de concesión de 40 años. Los beneficios directos e indirectos cuantificados son: ahorro de tiempo de circulación de vehículos livianos y pesados, disminución de accidentes, ahorro emisiones de dióxido de carbono (CO2) e incremento de impuestos por plusvalía y generación de nuevos negocios. Todo esto sin mencionar que se habilitaría una nueva zona de ingreso a Guayaquil por el sur de la ciudad descongestionando los puentes de la Unidad Nacional y el PAN.
Por más buena intención que tenga el actual ministro del MTOP de realizar la obra, le recuerdo que ya está tarde. El actual gobierno ya perdió dos valiosos años, quedándole menos de dos años para recuperar la confianza perdida y culminar la adjudicación del proyecto. Sin embargo, tenemos una flamante alcaldesa que aún no cumple un año en el cargo y ya está dispuesta a batallar con los fantasmas de la burocracia que no tiene al 5to puente como prioridad.
Señora alcaldesa, reclame con confianza nuestros derechos y junte en la lucha al alcalde de Durán y prefecto del Guayas para reclamar nuestros deseos de progresar. Cuente con mi ayuda y de muchos otros guayaquileños.
Muy buena intención de la alcaldia actual de Guayaquil, esta ciudad es autosostenible, y el quinto puente es una necesidad sentida. Bien por Cinthia Viteri, justa heredera de Montalvo y Febres Cordero