21 noviembre, 2024

¡El bien superior!

Desde que recuerdo se nos dice que “los niños son la prioridad”, que hay que protegerlos, que la sociedad en su conjunto debe preocuparse por ellos, sin embargo, de manera inentendible se dan, de cuando en cuando, decisiones al más alto nivel que conspiran contra lo que decimos defender y en lo que se supone que creemos. Cuando se trata de proteger a niños, niñas y adolescentes… ¿se respeta el bien superior?

En Guayaquil seguimos esperando que el Gobierno Nacional y ahora la Corte Constitucional determine si mostrar los rostros de los “depredadores” –para usar una palabra de la Alcaldesa Viteri- que acosan a menores y mujeres en las rutas de la Metrovía reciben su justo castigo al determinar que no podrán trabajar nunca más en sitios en los cuales tengan contactos con niños o jóvenes a quienes potencialmente dedican sus deleznables agresiones o si se sigue protegiendo los derechos de estos abusivos pues la discriminación le preocupa a los “socialistas” gubernamentales en constante defensa de los derechos de los victimarios. La ley dice una cosa, la realidad dice otra… ¿cuál es el bien superior?

Los indígenas amenazan, caotizan, se burlan y están dispuestos a volver a incendiar el país y hasta envían a una tierna niña a “pedir al Presidente que no persiga a sus hermanos”. ¿Es correcto el manipular a una menor con el fin de conseguir réditos políticos?. Por un lado se destroza, se secuestra policías, se amenaza a la colectividad, se insulta a las autoridades y por otro lado se pide que no se los persiga… ¡es de locos!… inentendible…

La Ética es la reflexión acerca de la Moral, es la Moral reflexionada dicen autores de la talla de Monseñor Juan Larrea Holguín y Fernando Savater. La confusión es tal en nuestros “líderes” que alteran con ignorancia los términos. Les conviene seguir conservando los procesos educativos tal cual hace centurias, sin desarrollar el pensamiento crítico, reflexivo y creativo en nuestros niños y jóvenes. Quienes fueron manipulados y expuestos en las manifestaciones de octubre fueron preferentemente los llamados “centenials”, sí, jóvenes nacidos después del año 95 y que hoy frisan los 18 a 24 años. Una generación que hereda todos los desaciertos de la famosa “década ganada”, y los inmensos resentimientos sociales que dividen al país hasta límites insospechados… Pero vienen más… los jóvenes de 14 y 17 años que siguen en instituciones educativas desfasadas, anacrónicas, anticuadas que son verdaderos caldos de cultivo para el incremento de los sentimientos de odio y de rencor contra todo aquel que progrese…

Cuando la Ética nos confronta con cosas que son correctas o aparentemente correctas, con temas que estando en los códigos morales no son en la realidad útiles para la convivencia social, con protecciones insulsas a los criminales en detrimento de las víctimas, con reconocer honores que no tienen los mediocres políticos que tenemos, la mente humana debe pensar en… “el bien superior”…

Por encima de todo… el bien superior… debe ir dirigido a proteger, guiar, formar, orientar a lo más sensible de nuestra sociedad… sus niños, niñas y jóvenes… también a los adultos mayores… por supuesto… pero he de referirme prioritariamente a los niños. Si no nos preocupamos por ellos no hay presente y no habrá futuro para una Nación como la nuestra, diversa, compleja y mal orientada para el crecimiento. Necesitamos autoridades mejor preparadas y con honestidad e integridad moral manifiesta. De lo contrario es muy posible que se repitan una y otra vez las dolorosas escenas que vivimos durante el famoso “levantamiento indígena”. No hay respeto al “bien superior”.

 

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