Las mujeres europeas, se liberaron a partir de la segunda Guerra Mundial, asumieron el papel de mamás-papás- mientras sus maridos o novios peleaban en la guerra. Tuvieron que trabajar para mantener el hogar y se prepararon académicamente, para surgir y progresar.
La política es una de sus pasiones y lo han hecho bien, por ej: la actual Jefa del Gobierno Alemán, los Reinas Inglesas -que no se consideran tan europeas-, las Holandesas, las Nórdicas, Belgas y las Griegas (en el pasado), y por supuesto las españolas.
Tales circunstancias -las guerras-, les dio un vuelco a sus vidas, asumieron incluso la dirección de sus estados y contribuyeron con su aporte a la grandeza y desarrollo de los mismos.
Los italianos ¿machistas?. No recuerdo que sus reinos en el pasado, hayan elegido a una mujer, para dirigirlos.
Las alemanas jóvenes, se sienten libres y liberadas, al tiempo de que ellas, son las que “escogen” su pareja, en la mayoría de los casos.
Constituyeron el dia libre de la mujer, en Abril, y ese dia cualquier cosa y/o encuentro es permitido, -las casadas y las solteras-, el resto del año son conservadoras, -tienen un alto sentido de la familia-, aun cuando para vestirse sean muy modernas-.
La moda alemana, invento los “pantaloncitos calientes”, faldas cortitas, -y no les importa exhibir sus calzones, cuando se encuncliyan, -porque no se agachan- Sin embargo, consideran a las americanas como mucho más libres que ellas (???), la razón no la conozco, quizá las colegialas y las universitarias si, hasta que se casan.
En los últimos 10 años, he conocido a dos francesas. La primera, más joven -21/22 años, la conocí en Quito, en la casa donde me alojaba. Hablaba muy bien el español y había ido a Quito, a un curso de dos meses, para perfeccionar su segundo idioma. Fumaba, por ello, conversábamos en la cocina, único lugar donde podíamos fumar. Las noches quiteñas son muy frías para fumar en exteriores, y algunos edificios son antitabaco, como en Alemania.
Permaneció solo una semana. Se regresó de urgencia, falleció su abuelito a quien mucho quería y se regresó a Lyon, su ciudad natal, donde su familia era ganadera y agricultora. Una muy interesante y agradable jovencita.
La segunda, de unos 40/42 años de edad, la conocí en un MALL, de casualidad, vive en una de las ciudadelas de la Parroquia Exclusiva de la Puntilla, casada, con una niña de 5 años.
Su esposo, es un técnico-ejecutivo de una empresa francesa, contratada por el gobierno Nacional.
Así fue como la conocí: necesitaba fósforos para prender su cigarrillo y ahi empezo la conversacion. Conocía el periódico virtual “Desde mi trinchera”, donde también escribe una amiga en común, la Dra. Karina Arteaga, además de ser su pediatra.
De volver a encontrarnos, cosa que lo dudo, le pediré que me hable de su país y de su ciudad natal -Marsella-.
Francia como país, al que nunca he visitado -me encanta por su historia, por sus mujeres legendarias y por sus avances tecnológicos. Su juventud sigue siendo rebelde como en el pasado francés, (antiguo y moderno). Los/as “Chalecos Amarillos”, -así se denominan en sus marchas pacíficas- constituyen un cangrejo en el oído, del actual Presidente; solicitando conquistas sociales y gratuidad -o al menos fuertes rebajas- en el transporte público y otros aspectos gubernamentales.
No se cual, de estas féminas de tan disímiles países podría haber considerado, que mejor representan a las europeas. Ambas tiene pro y contras, pero son extraordinarias en su esencia.
Las alemanas, son altas, de buena silueta las jóvenes, medias gorditas las mayores, de ojos claros, maravillosos y grandes.
Las francesas mas bajas, mas delgadas, de ojos más pequeños, pero vivaces, mucho más amigables y sociables. Dos tipos de mujer, completamente diferentes en lo físico y en lo espiritual.
De lo que sí estoy cierto, que como hombre, prefiero a las latinoamericanas, de manera especial a las ecuatorianas.
Yo soy “cangrejo” de una sola playa, como dice un viejo decir.