Los presupuestos, igual, en las empresas, en Corporaciones y en el Estado ecuatoriano, son herramientas de trabajo, para conocer con exactitud -en un día determinado del año fiscal -como van las finanzas de cada institución, y para conocer con cierta exactitud, el resultado final de todo un año de trabajo, para, de acuerdo a los resultados económicos del año terminado, hacer los ajustes necesarios para el siguiente año, corrigiendo los errores de cálculo, previstos, que son solamente un cálculo económico, de acuerdo a los rubros pensados con anticipación, tanto en los aspectos de ingresos como en los egresos. Y tomar las decisiones del caso, para continuar trabajando.
Los presupuestos, no son otra cosa que Estados Contables y financieros que reflejan, por una parte los INGRESOS y por otra, los EGRESOS, -previsibles- para el año posterior.
Los presupuestos, según los economistas, deberían terminar en “cero”, esto es, a tales ingresos, tales egresos -previsibles-. Sin embargo, hechos importantes y extraordinarios, podrían variar estos cálculos, para bien o para mal, de las empresas, corporaciones y para el propio Estado.
Si el resultado es positivo, (+ ingresos, que egresos), se da un SUPERÁVIT, ( o ganancias), si es al contrario, se obtiene un DÉFICIT, equivalente a PÉRDIDAS. Aspectos que, igualmente, generan nuevos planteamientos para el año siguiente, que tendrán que corregirse.
Las empresas privadas, se constituyen para obtener utilidades al final del periodo fiscal. El Estado -que no es un ente comercial-, ha tener un presupuesto equilibrado, por lo menos, de acuerdo a sus ingresos, (exportaciones, impuestos y créditos), para solucionar las necesidades sociales y fiscales, en especial, obras públicas, pagos de salarios a la burocracia, (de las 5 funciones en la actualidad), préstamos e intereses al exterior, aportes a los G.A.D., etc. en alguna buena medida, que no siempre se lo logra.
El gobierno ecuatoriano -del Presidente Moreno-. heredó, de la “Década ganada”, un Presupuesto deficitario, en algunos miles de millones de dólares, por pagos al exterior, (vencidos y por pagar a corto plazo), préstamos heredados, igualmente con tasas usureras, y tiene un presupuesto deficitario en miles de millones de dólares, que lo llevó, a su Ministro de Finanzas a solicitar al F.M.I., (Fondo monetario Internacional), 10.000 millones de dólares para cumplir con las obras públicas en proceso y cubrir las necesidades sociales, dirigidos esos dineros y anticipos a los sectores más pobres de la población -según informó el vocero-, en las áreas de Salud Pública, obras públicas iniciadas, y por iniciar y otra buena parte, dirigidas al sector social de los más necesitados. (40% de dicho monto) El F.M.I., lo concedió, bajo ciertos parámetros.
El Gobierno dictó un Decreto. Ejecutivo, que asumía tales compromisos, de manera especial, la eliminación del subsidio a los combustibles. Las consecuencias: paros y protestas, no se hicieron esperar, de parte de los sectores sociales, que se consideraron, directamente afectados y se dieron los actos vandálicos que todos conocemos. El Gobierno, derogó tal Decreto, para restaurar la paz en el país, que tenía en zozobra al Ecuador, por espacio de 15 días. (1 al 15 de Octubre del 2.019).
Concibió, su Ministro de Economía y finanzas, un proyecto de Ley, para rehabilitar la economía privada y solventar la pública, mediante un proyecto, que fue, rápidamente analizado por nuestros Asambleístas y remitido al “Tacho”, lo archivaron.
El Presidente Moreno, envió otro proyecto urgente, de carácter tributario, -más de tipo fiscalista-, para obtener, “utilidades”por el orden de los $700 millones de dólares, con la promesa de dirigirlos a los sectores sociales más vulnerables.
El nuevo proyecto, lo analizaron los mismos Asambleístas y lo devolvieron al Ejecutivo, con algunas observaciones, que seguramente el Presidente Moreno y su Ministro de Economía las aceptarán, para su final aprobación por la A. N (Asamblea Nacional).
Quiero hacer una respetable sugerencia al Sr. Ministro de Finanzas, sobre este nuevo proyecto de Ley, que conjuntamente se analiza, con el nuevo Presupuesto del Estado (2020).
He escuchado que, los logros fiscales, ($700 millones) -que se indican en el nuevo proyecto- se destruirán casi exclusivamente a las áreas económicas ya referidas.
Es aquí, donde viene mi sugerencia: Que el 50%, de esos ingresos tributarios que se espera obtener, sean destinados por igual a 7 provincias del Ecuador: Las 6 provincias Orientales y a la Provincia de Esmeraldas, por partes iguales, de suerte que tales dineros vayan dirigidos a solucionar, las necesidades básicas y urgentes de aquellos ºProvincias ecuatorianas, antes indicadas, que resultan ser al mismo tiempo, las provincias, más atrasadas del país, pese a sus inmensas riquezas.