Cuando vayas al azar, deja alguna huella de tu paso: ella te guiará de regreso: una piedra colocada sobre otra, algunos pastos aplastados por algún bastonazo.
Pero si llegas a algún lugar infranqueable o peligroso, piensa que la huella que has dejado podría extraviar a los que vengan después. Vuelve entonces sobre tus pasos y borra las huellas. Y esto está dirigido a quienquiera desee dejar en este mundo huellas de su paso. Aún sin quererlo siempre dejaremos huellas. Responde por tus huellas ante tus semejantes.