En la población racional del País, está ocurriendo un fenómeno que asusta: ¡La división absurda! No pensamos con la cabeza, pensamos con el intestino o con el hígado. No hay reflexión, no se mide la consecuencia de lo que hacemos. Como es normal, cada uno tiene su forma de pensar, sus preferencias, sus gustos y disgustos, sus aberraciones, sus recuerdos, etc., y dejamos que estos pensamientos primen sobre el criterio que debemos tener y expresar.
Como todos somos libres, cada uno vota de acuerdo con su criterio, sin pensar en lo más elemental: ¡El bien del País!, el bien de todos los ecuatorianos. Así mismo, muchos piensan que ellos son las personas que deben ser electas para ocupar una dignidad y deciden presentarse como candidatos.
Con los grupos socialistas y los que se consideran de izquierda, ocurre lo contrario. Ellos se unen, dialogan, se ponen de acuerdo y en general, presentan una sola lista o persona, lo cual hace que, en el momento de la votación haya 6 o más candidatos del grupo de la gente racional y uno o máximo dos de los del grupo socialista. Desafortunadamente, no tenemos en Ecuador las elecciones primarias, como las hay en Estados Unidos, lo cual resume en un solo candidato de un grupo y uno del otro. Somos tan necios y prepotentes que hay varios candidatos para un solo puesto. A eso hay que añadir la gente que se deja comprar y usar, y tercian como chimbadores, para restarle votos a la persona que tiene más opción. Es una verdadera vergüenza que haya gente que se deja comprar, y acepten terciar como candidatos, sabiendo que no tienen chance de ganar, y en esa forma, quitarle votos al que tenga opción.
¿Es que somos tan ingenuos que no nos damos cuenta que al dividirnos estamos facilitando a los socialistas un triunfo fácil? ¡Ya es hora de madurar! Aprendamos a dialogar. ¡No dejemos que el afán partidista, nos parta!
Aprendamos a dialogar, ¡dejemos de considerarnos enemigos! Comprendamos que aún con nuestras diferencias, tenemos mucho en común. ¡Miremos más lejos! Conversemos y no nos dividamos. Aprendamos a ceder. Dialogar nos permite buscar soluciones y muchas veces estas soluciones son mejores que los puntos que teníamos ambos. El orgullo y la terquedad, no llevan a nada bueno.
¡El verdadero enemigo es el que plantea la destrucción del país! El Socialismo es una teoría atractiva, pero teórica. En la realidad no funciona ni puede funcionar, porque el ser humano tiene deseos y ambiciones. Si tiene, por más que tenga, siempre querrá más. Incluso, la persona que recibe el bono de miseria del Estado, busca como tener algo más extra, y si el Estado le aumenta el bono, lo recibe encantado. Nadie está loco para rechazarlo. ¡Ese es el ser humano! El Socialismo lo que busca es tener al hombre o mujer, pobre, viviendo en la miseria, con un sistema de salud gratuito, pero insuficiente, dado como caridad, que se recibe tarde mal y nunca, con un plan de educación gratuito, pero pésimo, para que permanezcan ignorantes y poder manejarlos a su antojo. Además, se aprovechan del programa de educación, para hacer proselitismo e inyectar ideas divisionistas, de odio y de venganza, cambiando los valores, como la honestidad, el respeto el trabajo, proponiendo como ejemplo, a gente sin valor moral, asesinos, guerrilleros, narcotraficantes, es decir, la escoria moral y mientras el pueblo sufre, los dirigentes se llenan los bolsillos. Ellos hablan mucho y no dan nada. No permitamos que el país se pierda por nuestras divisiones. Es hora de unirnos para enfrentar el riesgo que tenemos que afrontar.
Mi estimado Doctor, eso es lo que necesitamos y se debe enseñar Educación Cívica para inculcar eso en los niños y jóvenes.