Al morir el curaca cañari, su hijo Chapera se presentó en el Cuzco y no en Quitu y Huáscar envió al general Atoco en 1529, Atahualpa lo enfrentó con Rumiñahui, Quisquis y Calicuchima. Los dos últimos ganaron la batalla crucial de Quipaypan en octubre de 1532. Antes, Calicuchima en sorpresiva acción apresa a Huáscar y en noviembre 16 ocurre lo “incomprensible”, la captura de su rey en Cajamarca: ¿Torpeza? ¿Destino y vaticinio ancestral de la venida del blanco, marcando a su raza y al mundo? La sumisión, ¿supervivencia en el tiempo? Un imperio dividido por la guerra y ¿sin consolidar su mandato? ¿En el divide y reina, F. Pizarro con respaldo de incas, chancas que invadieron el Cuzco en 1430 y huancas que querían librarse de los propios incas? La defensa de su reino, ordenando a Rumiñahui no usar el ejército y dirigirse a Quitu, ¿traición? La captura y asesinato inmoral de Atahualpa el 26-07-1533, fin de los kitus que vencieron a los temidos orejones, Calicuchima fue sacrificado, Quisquis los enfrentó, fue delatado y muerto. Rumiñahui, Isamina – Sabio Defensor -, organizó la defensa del Reino de Quito ante el insubordinado Benalcázar ayudado por paltas, cañaris y ¿puruhás? Después de 10 batallas, la mayor de Tiocajas, Benalcázar alcanza Quitu en junio de 1534, Almagro llega enviado por F. Pizarro y Alvarado irrumpe con conato de guerra y negocian. Los tres reunieron el ejército más grande de Sudamérica de 800 hombres y Benalcázar con 450 continúa la lucha contra Rumiñahui y jefes Tucomango, Quimbalumba, Cozopanga, Zopozopangui. Sus vidas por la libertad, su Pueblo y Allpamama, igual, Manco Inca C. deja la alianza y si no es por huancas y otros, derrotaba a los ávidos de oro y mujeres.
No hay nada que festejar, todo que lamentar, no pueden robarnos hasta la esperanza y la fe en Dios Padre, a quien pedimos que proteja y salve al Ecuador y la Familia de su destrucción. Podemos y debemos hacer un Feliz 2020 para nuestros hijos y las futuras generaciones, para recuperar la Patria de 14 años de robo, corrupción e impunidad. E. Alfaro: “Los hombres indiferentes a la desventura de la nación, aunque sean privadamente laboriosos, son los auxiliares inconscientes de las desgracias y corrupción de los pueblos.” «Los indígenas y la Primera Conquista», a más del Diario Digital Desde mi Trinchera, también, fue publicada en los Diarios La Hora, Expreso y El Comercio.