Leí, con mucho interés el escrito de Paola: “El Feminismo Ofensivo”, en su columna del Diario El Universo del Lunes 6 de enero del 2020.
Comparto con dicho texto, desde la primera hasta la última línea. Recomiendo su lectura.
Empieza, recordándonos, la marcha de los mujeres, el dia 25 de noviembre del año anterior (2019).
“Dia internacional de la Eliminación de la violencia contra la Mujer”. Vi, por la TV, la Avenida 9 de Octubre copada de mujeres -y algunos hombres- que las apoyaban.
Me pareció extraordinaria esta marcha, y que la misma, se haya realizado en guayaquil, y en esta tan importante avenida guayaquileña.
Una sola cosa me llamó la atención. Una “dama”, exhibía un letrero que decía “Si al aborto”, (textual), cuya participación no debió haber sido permitida, por cuanto su participación era contraria al tema de la demostración.
Aquella “dama”, se aprovechaba de la manifestación contra la violencia femenina, pero en cambio apoyaba, la VIOLENCIA, contra el más indefenso de los seres humanos: “EL QUE ESTÁ POR NACER” (???). Absurdo ¿verdad?.
Dije, que me alegraba, que dicha MARCHA, se haya realizado en esta ciudad y en la más importante arteria de GUAYAQUIL, por cuanto ya se contabilizan 119 FEMICIDIOS, cometidos en esta ciudad.
Cosa de locos, de degenerados, de ciudadanos enfermos mentalmente, -de celos principalmente-, que acaban con la vida de ellas, en ocasiones, de sus propios hijos y terminan generalmente autoelimminándose (???).
Las autoridades de Salud (MSP) y los gremios de Psiquiatras y de Psicólogos, tienen una ardua tarea por delante, para terminar con este “escarnio”, que NO es propio de los guayaquileños de nacimiento, pero que la inmigración, ha traÍdo, por años, gente del campo y de otras provincias, donde -quizás- supongo, no tienen mucho aprecio por la vida de sus mujeres, de sus hijas y de ellos mismos.
Es un tema de SALUD MENTAL, Los celos extremos, es una enfermedad mental y las autoridades y los Gremios de especialistas, tienen la obligación de escudriñar, sus causas y no solo quedarse en remediar sus efectos.
Esperemos, que en este nuevo año 2020, las cifras de FEMICIDIOS, bajen ostensiblemente.
Que los hombres entiendan que los problemas intra familiares, no se RESUELVEN, con la muerte, sino con el diálogo.
No perdamos la esperanza.