El vínculo más básico que tenemos en común es que todos vivimos en este pequeño planeta. Todos respiramos el mismo aire, todos valoramos el futuro de nuestros hijos y todos somos mortales.
Todo lo que somos es el resultado de lo que hemos pensado está fundado en nuestros pensamientos y esta hecho de nuestros pensamientos.
Los hombres y pueblos en decadencia viven acordándose de donde vienen; los hombres geniales y pueblos fuertes solo necesitan saber a dónde van
Los tres grandes pensamientos nos resumen y orientan en esta reflexión sobre los desafíos mundiales.
Vivimos tiempos críticos con mucha incertidumbre sobre el destino de nuestra nave planeta en la que habitamos y viajamos por el infinito cosmos.
Los desastres naturales y las enfermedades y epidemias, que con mucha fuerza castigan y azotan nuestro planeta son un llamado de atención al ser humano y un sacudón a la soberbia prepotente con la que algunos miran los acontecimientos y viven con la creencia de que los avances tecnológicos, muy importantes e imprescindibles, por cierto, lo solucionarán todo.
Esa manera de pensar, como lo expresa en su pensamiento Buda, resume muy bien la situación.
Si no sabemos reflexionar, analizar y actuar con humanidad, lo único que lograremos es tapar huecos en forma indefinida.
Debemos entender, como lo expresó John F. Kennedy, que los problemas en todos los campos, desde catástrofes naturales pasando por salubridad, políticas y sus crisis con todas las atrocidades que observamos en muchos casos y países, con indiferencia por la distancia en la que habitamos de los lugares donde ocurren los hechos debemos entender que nuestro planeta nave, se producen incendios e inundaciones en Australia, enfermedades en China, crisis y hambrunas en África, conflictos políticos y guerras en todos los continentes y más hechos y desafíos, todos sin excepción nos afectarán de alguna forma a todos.
Entender que solo somos una humanidad en la nave planeta y que debemos reflexionar sobre nuestro estilo de vida, nuestro consumismo insaciable y destructivo, y buscar soluciones globales para todos y no pensar solo en cómo nos beneficiamos de todos estos acontecimientos y desafíos para enriquecernos e imponer nuestros criterios, lo único que lograremos es poner en riesgo la destrucción de nuestro planeta, confirmando que nuestros pensamientos y acciones acabaran afectándonos a todos.
Debemos buscar equilibrios con soluciones adecuadas y justas al igual que sanciones. En esta era de hiper comunicaciones, debemos buscar una hiper e inteligente armonía mundial, para evitar el fin de nuestro planeta nave, finalizando así nuestro viaje por el cosmos como humanidad.
En la Cumbre de la Tierra 1972 en Estocolmo, un profesor de la universidad de Weinigen aseguraba que según los estudios realizados en esa, el planeta tenía capacidad de auto saneamiento para una población de 2.500 millones de habitantes. Si bien es verdad que nuevas tecnologías han mejorado esa cifra a algo más de 3.000 millones, la porblación mundial ya rebasó los 7.000 millones.
Los resultados están a la vista, por consiguiente los comentarios salen sobrando!