¿Fue un error?

No veo mayor diferencia entre matar inocentes en una casa de alojamiento y llenarla de gas mortal, -en la época de Hitler- y derribar un avión comercial, con pasajeros, que cruza a 30.000 pies de altura -autorizado- por el territorio de un país.

Primeramente, fue negado tal hecho- “yo no fui”, luego, ante las evidencias, fue aceptado, pero, lo dijeron, fue justificado por ERROR!!! (???). No es la primera ocasión, que esto, sucede con un avión comercial, !!! por error !!!.

Años atrás sucedió lo mismo con otro avión comercial, que volaba sobre territorio Surcoreano, que estaba en guerra con Corea del Norte. Los Norcoreanos alegaron que era un avión de guerra, “disfrazado” de avion comercial, pero “lleno de bombas de alto poder destructivo”, y sin más, lo derribaron. Después se “disculparon”, fue un “ERROR”. Buena la cosa.!!!.

Hay otros casos similares. Otro avión comercial despegando de un lugar cercano al Canadá, saliendo desde la desembocadura del río Hudson, por “error” fue derribado, posiblemente por terroristas infiltrados en los EEUU, meses o días antes, del derrumbe de las “TORRES GEMELAS”.

Ëpoca en la que los terroristas utilizaban aviones comerciales para “MATAR”, a inocentes, que nada tenían que hacer, con sus absurdos “causas” reivindicatorias. Los ejemplos continuaron, en aquellos días lejanos, entre 30 y 20 años a estos días.

No solo merecen la cárcel, -sus autores- pero como son “Crímenes de Estado”, para tales países existen otro tipo de condenas: 1) La opinión pública internacional que los censura y 2) Las indemnizaciones de daños y perjuicios, para las empresas de aviación y para sus ocupantes que en algo mitigarán el dolor de de sus allegados y parientes.

El mundo, las Organizaciones Internacionales, en ocasiones han sido muy contemplativos, justificativos y consecuentes, con esta clase de crímenes, de LESA HUMANIDAD, y tarde o temprano han quedado en el olvido de los Tribunales de Justicia Internacional, pero, que siempre quedarán en la mente de sus familiares y de la ciudadanía en general de los países sacrificados -víctimas- y en la mente de todos los ciudadanos del mundo, que reclamamos y no olvidamos estos crímenes atroces y exigimos justicia para las víctimas, sea cual fuese su edad, condición social o género.

Que nunca más volvamos a sorprendernos, con crímenes que horrorizaron horrorizan a la humanidad.