Es penoso y lamentable, hacer un somero análisis de las Universidades Estatales en estos últimos 50 años, de decadencia universitaria. A los profesionales de mi época, nos tocó graduarnos, con los ruidos externos -dentro de los predios- de las balaceras de los chinos-comunistas y los ATALAS, que se disputaban el Control Administrativo de los Centros de Estudios Superiores Estatales.
Ya no se luchaba por la Autonomía Universitaria, se luchaba por capturar la Autonomía Administrativa, para CONTROLAR las Universidades Estatales.
En la Universidad de Guayaquil, triunfaron los ATALAS, cuya MISIÓN era, además de controlarla, destruirla. Llegaron al colmo de eliminar todo tipo de exámenes: de ingreso y parciales, era cuestión de Matricularse, y después de 6 años, recibir, el tan deseado CARTÓN, que los habilitaba para ejercer la profesión escogida.
La mayoría de los buenos maestros universitarios, en todas las facultades, fueron, asediados y se vieron obligados a renunciar.
Los excesos universitarios de la Universidad Central (Quito), y de la Universidad de Manta, los apreciamos en los FLASH y noticias televisivas: Daban horror, la vida de los MAESTROS corría peligro de vida. Salvo, que se sometan a la “voluntad” estudiantil. No generalizo.
Lo primero que hicieron los ATALAS, fue, controlar los Consejos Directivos de las Facultades.
La última dictadura Militar, tiene mucha responsabilidad en este descalabro, de la Universidad de Guayaquil, que la intervino primero y, las clausuró después, por algunos meses.
Los ATALAS, aliados de la dictadura, utilizaron sus aulas vacías, como dormitorios estudiantiles y sus salones, para PLANIFICAR, la “NUEVA UNIVERSIDAD” de Guayaquil, a su Medida.
Gracias a la intervenciones como las del Ing. Andrade, del Dr. Nicolás Castro Benites y del Ab. León Roldós Aguilera, desde el Rectorado, lograron sanear la Universidad de Guayaquil, de estos elementos. El último reducto, se escondió en la Casona Universitaria y tuvo el Ejército que sacarlos a bala, fue conocido este episodio como el “Asalto a la Universidad de Guayaquil”.
Lograda la pacificación universitaria, con los años, volvió la corrupción.
Ciertos profesores, le pusieron precio a los puntos de los exámenes, que los calificaban rigurosamente, para, luego, hablar de la subida de puntos, Se decía que algunos no exigían dinero, pero si “favores”.
Con energía, las chicas estudiosas los denunciaban, pero sin éxito.
El Gobierno del ex Presidente Correa, volvió a intervenir la Universidad de Guayaquil. Algunos corruptos profesores fueron reemplazados por nuevos profesionales, generalmente preparados en el exterior, partícipes del Socialismo del Siglo XXI, para lo cual, primeramente había que reformar la Constitución vigente. Una Asamblea Nacional -con “Plenos poderes”-, dentro del Gobierno del Presidente Correa, se encargó de hacer, no una reforma, sino una nueva Constitución, que en la actualidad, con mínimos cambios en su articulado, aún rige (2008).
La Universidad de Guayaquil, que en años anteriores, se había convertido en la Universidad del otorgamiento de Títulos Académicos, al por mayor, concomitantemente llegó, al clímax del absurdo, el “negocio” de Títulos Académicos, con la presencia en el Ecuador, de la Universidad “Cooperativa de Colombia”, con sucursales en unas 25 ciudades ecuatorianas, donde se graduaba de Profesionales y Doctores en 3 y 6 meses respectivamente, pero, no era gratis. Tales títulos llegaban a costar hasta $8.000 (USA) (???).
La decadencia de la Universidad de Guayaquil, continuo. (Aquí, viene el rescate de la Universidad de Guayaquil, de los tres Rectores ya nombrados). Pero, volvió la corrupción en el profesorado y en el alumnado que se beneficiaba, (no generalizo).
Dos intervenciones, más, se dieron en este Intituto Superior, la anterior -2 años- y la actual.
El actual Interventor, es un hombre académico, que tiene mucha experiencia en Universidades, principalmente en Universidades Privadas, y está haciendo un buen papel, en áreas sensibles, como son las Administrativas y Financieras, donde, todavía quedaban reductos de corrupción y las ha ido solucionando, “haciendo camino al andar”, de acuerdo con las facultades legales de las que está investido, para hacer los cambios necesarios.
El “CASO” “Lava Jato”, en Brasil y las declaraciones en el juicio penal que se le sigue al señor Concienciado Da Silva, en ese país, por la ejecución de obras públicas con la participación en ellas de ODEBRECHT, y los consabidos sobornos, y en muchos países de Latinoamérica y del mundo, también, pusieron en evidencia la “participación pasiva y administrativa” de la Dra. Pamela Martínez y de su Secretaria, en este sonado caso.
Enjuiciamiento, en el que, la Dra. Martínez, optó por la DELACIÓN, de tales manejos irregulares del Gobierno del ex Presidente Correa, que beneficiaron directamente al partido gobernante: Alianza País (A.P.).
Así fue cómo, logramos los ecuatorianos conocer, todo un sistema bien orquestado, de sobornos y coimas, a cambio de obras públicas que se construyeron en el Ecuador, por esta famosa CONSTRUCTORA INTERNACIONAL, que ha causado y sigue causando admiración ciudadana, de cómo se manejaban las cosas, en el pasado cercano, en materia de Contratación Pública.
Volviendo al tema que nos ocupa, llama la atención que el señor Interventor de la Universidad de Guayaquil, haya desconocido los Títulos de Maestría en Gobernabilidad, justamente de la Dra. Martínez y de su esposo, el Ab. Jimmy Salazar Gaspar, actual Presidente -saliente- del Colegio de Abogados del Guayas.
Esperamos, que el Señor Interventor, escuche a los afectados, dentro de un debido proceso administrativo, para determinar previamente, si se trata de un supuesto hecho delictivo, que apuradamente se lo ha calificado de “obtención y/o falsificación” del Título, de una Categoría Profesional, -Maestría-, que ostentaban y que aparentemente, no consta registrada en los Anales y Secretaria, de la Facultad de Derecho de la Universidad de Guayaquil.
Los Abogados Jubilados o no, profesionalmente, vemos con preocupación este “asunto”, justo, cuando en pocas semanas a esta fecha se llevarán a cabo, las elecciones del C.de A. del G. en las que NO intervendrá el Ab. Salazar Gaspar.
De tener la razón el señor. Interventor, habrá que proceder a la anulación, de no tenerla, habrá lugar a la rectificación.
Nada está en firme. Esperamos transparencia de ambas partes.