Para eso hay que decirles basta ya a sus mentores. Antes, ser bachiller era una fiesta, no una “frustración y corrupción”, escalón para ser un “técnico o abogado”, los críos estaban formados y no como ahora, ¿deformados y alienados? Como casi todo, los revolucionarios “ultrajaron la educación plural y la estabilidad moral de niños y jóvenes”.
Eliminaron los Institutos Normales de maestros con vocación y principios y ¿dieron cursos de 4 meses a violadores a quienes protegieron delincuencialmente? La autoridad educativa se convirtió en persecutoria y dictatorial. En especial, con los padres, docentes e instituciones que dijeron no a sus imposturas y adoctrinamiento en textos.
Eliminaron las escuelas rurales bilingües, institutos y universidades con la muletilla que eran de “garage” y en algunos casos, confiscaron sus bienes. Impusieron la corrupción de las Escuelas del Milenio, Yachay y rectores castro-comunistas. Maestrías y doctorados, aunque no haya ética; copiando, pagando o con el poder político como el Mashi de los ¿Honoris Causa? Con el “todo-vale” quitaron autoridad a “padres, maestros y colegios”, y auparon ideologías que destruyen la “familia laica y creyente”. ¿Preventores? para el no consumo de estupefacientes, ¿y no derogan la tabla de multiplicar droga que sirve al narcotráfico?
Eliminaron la Autonomía Universitaria y dejan a cientos de miles de jóvenes en la casa y la delincuencia al no ingresar a la universidad pública que agoniza como todo. Bachillerato diversificado y cursos de nivelación en la universidad con acierto del 70%, si no aprueban, pasen a institutos tecnológicos públicos. Jóvenes libres con principios y civismo al servicio de sus familias y el país, “sin asaltar al poder público”.