21 noviembre, 2024

Un virus impredecible para una debacle predecible

El Covid-19 es la prueba más reciente de una verdad irrefutable: el mundo está hecho de impredecibles sucesos. La precariedad de nuestra economía, mitigada hasta cierto punto por el FMI y la visita a la Casa Blanca, ha sido esta vez expuesta por un factor exógeno que podría servir como excusa de una debacle anunciada, pero no libera de responsabilidades. 

El precio del petróleo en caída contenida y la generalizada reducción del comercio internacional impactan negativamente el perfil de los ingresos nacionales encendiendo las alarmas del default. El elevadísimo nivel del riesgo país ha convertido a nuestros bonos soberanos en poco menos que basura. Mientras el mercado de futuros se atrinchera en posiciones de resguardo y máxima cautela, la Reserva Federal de los EU reduce las tasas de interés y la banca internacional aúna esfuerzos por precautelar el sistema. Si el panorama era de extrema preocupación hace apenas un par de semanas, los pronósticos continuarán siendo aterradores hasta que no se conozca la verdadera proyección en que se encuentra la curva de desarrollo del coronavirus. 

La pandemia ha dejado en evidencia otra realidad incontestable. El estado de emergencia del país es tan real como la incompetencia de Lenín y la mediocridad de su equipo económico para enfrentarla. Ignorantes no son, pero da igual, actúan como si lo fueran. La cesación de pagos que el régimen evadió mutando estrategias ha llegado finalmente a su punto de inflexión y no hay marcha atrás. Lo predecible: el Papa no repite visitas. 

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Carta a mi Alcalde

Marcha por Guayaquil 2010 - Jaime Nebot No está solo

Estimado amigo. Vine a Guayaquil hace 43 años y soy parte viva de esta ciudad portuaria, agitada, fértil y caóticamente fecunda. He vivido sus buenos y malos momentos y no he pasado indiferente a sus grandes batallares. No sé cuantas marchas y protestas hacen parte de mi carne. Sé que es tiempo de nuevos cambios y que debemos prepararnos para no sucumbir urbanísticamente ya que están sonando las alarmas en este tema del tránsito.

El ejercicio de la alcaldía de Guayaquil ha estado siempre vinculado al quehacer político del país, y esa es nuestra desgracia urbanística. Las promesas populistas, el arte de atraer votantes y de ganar las elecciones se contraponen con las metas que una ciudad debe proponerse para mejorar esa calidad de vida resultante de esa fusión entre el ser humano y el cemento.

Lo peor de un gobierno tiránico es el silencio del pueblo que se le arrodilla.

Lo peor de un gobierno tiránico es el silencio del pueblo que se le arrodilla. Están haciendo todas las locuras que les da la gana, solo porque se lo permitimos. Cada día nos salen con una nueva ley o un nuevo escándalo. Con el cuento de que están cambiando a la patria, llevan más de cuatro años cambiándola.

Si fuera un período presidencial democrático normal, ya se hubieran ido a su casa y nada hubiera pasado. La delincuencia está peor, la corrupción ni se diga y encima nos han quitado nuestros derechos ciudadanos, ya que ahora se enjuicia o se mete preso a los pocos que se atreven a protestar. Los que todavía lo hacemos, estamos limitados en nuestra protesta. Los medios “libres” no nos entrevistan para no meterse en problemas con el gobierno.

Cada día nos reunimos para organisarnos y las trabas para luchar en forma democrática son peores. No es cuestión de lograr un concenso en la opocisión. Es cuestión de tener los cojones para enfrentar al tirano que pretende someternos. Cada día que pasa es otro día que estamos muriendo como nación. Dormimos anestesiados por un cobarde miedo que nos ha llevado a un silencio cómplice, que les permite destruirnos como país democrático.

4 comentarios

  1. No me cansaré de repetirlo, Lenin y el Ecuador perdieron una oportunidad brillante para nivelar las finanzas. La crisis mundial del Coronavirus hubiera sido argumento, más que suficiente para retirar el subsidio a los combustibles. Es más, por ley sanitaria, el pais se ve forzado a un «medio» toque de queda
    ? Que, Lenin es o se hace?

  2. Lamentablemente, la ingnorancia, la irresponsavilidad, la corrupción y la traición al pueblo, han sido los gravísimas causas que originaron el debacle económico y social de nuestro Ecuador.

  3. El dejar sin efecto el subsidio de los combustibles es imperativo, pues éste sólo ayuda a los contrabandistas y a los narcotraficantes.
    Gracias

  4. De acuerdo con Guillermo y la mayoría de la gente pensante es la oportunidad de eliminar los subsidios a todos los combustibles por el buen de la economía nacional

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