De chicos, el Domingo, era el dia mas ESPERADO de la semana, era un dia muy especial, yo creo que para muchos, muchísimos en nuestra ciudad, también lo era.
Era el dia que nuestros padres, nos sacaban a pasear, bien elegantes, (futres); bien sea a pie o en carro, de acuerdo a los tiempos y circunstancias económicas.
Por supuesto, estos paseitos iban acompañados de unos helados, deliciosos, o sorbetes o sándwiches calientes y jugos, en algún bar de la Av. 9 de OCtubre.
De regreso a casa al mediodía, el domingo, también era esperado por la buena comida.
Era el dia que, en todas las casas se comía mejor. Eran comidas especiales preparadas en casa por las abuelas y/o por las empleadas. Los chicos, siempre que nos preguntaban, pedíamos TALLARINES.
Fáciles de comer y llenadores, con el clásico caldo de gallina, con sus presas incluídas. Jamás faltaba el POSTRE, los famosos dulces de la Palma o de la Colmena y los helados con bizcotelas, o en cualquier otra dulcería de moda, completaba el exquisito menú.
Cuando más jovencitos, salíamos al mediodía, disparados de casa -con el disgusto de la abuela- al cine, que empezaba la función a las 2pm (trailers), y a las dos y treinta, las dos películas, con intermedio, al término de la primera, o de la primera parte, si era un largometraje, por ej: La gata sobre el tejado caliente..
Luego del cine, un ligero paseito por la Av. 9 de Octubre, cogiditos de la mano de la enamorada de turno, o simplemente con los amigos del alma, los de la “gallada”, que no eran más de 4 o 5.
Las cosas no terminaban ahí, a las siete, siete y 30 pm, de vuelta a casa; era la hora del CAFECITO familiar, donde la abuela era el centro y atracción familiar, junto con sus hijos, nietos y alguno que otro allegado familiar que siempre vivía con la familia.
Había sido un dia “movido”, largo y trajinado, porque empezaba muy temprano con la MISA DEL DOMINGO, no había en aquellos días, la Misa del los Sábados a las 7pm., que la suplía, como en la actualidad.
El Domingo, era un Día complicado, pero muy deseado, semana tras semana. Con mucho amor y afecto de nuestros padres y de gran comportamiento de parte nuestra, (los hijos) y los hermanos entre sí.
Los tiempos cambian y también las buenas costumbres. Los domingos, se reemplazaron por los sábados. Los domingos, son más para el descanso en casa, o para paseos fuera de la ciudad, pero no es lo mismo.
Por radio y TV del Vaticano, que lo oímos todas las noches, uno de aquellos excelentes sacerdotes que aconsejan a los padres en su comportamiento con los niños, hablaba del tiempo que disponemos para ellos. Se preguntaba algo apenado, ¿ese papel de los padres respecto del entretenimiento de los niños?, ¿se hace todavía?. Decía que ahora lo ha visto realizar a los abuelos, y expresaba a continuación, ese no es el papel de los “abuelos”, los abuelos decía, no suplen ni al padre ni a la madre, salvo claro está, que falte, uno de los dos o ambos. Entonces sí,
para hacer sentir al niño, que no está solo.
Recomiendo escuchar este canal del vaticano, en las noches, que tiene programas muy interesantes, para todos, especialmente para los Católicos.
Que vuelvan esos maravillosos Domingos.
