¡Jesús! Yo en ti confío

Ya hay sentencia sobre el caso “Arroz Verde” donde la investigación periodística colaboró con la justicia para dictaminar un fallo en contra del presidente Rafael Correa y sus secuaces donde se vieron involucrados empresarios privados, al proporcionar coimas al poder político a cambio de contratos de obras públicas.

Para terminar las investigaciones de la década robada, además de los “Pativideos” donde Ricardo Patiño tramaba una manipulación de los bonos de la deuda externa, las 115 ambulancias con sobre precio, las acusaciones del ministro de deporte “caso come cheques”, la veeduría que confirma el caso “el gran hermano” donde Rafael Correa dice que: “no me da la gana de enjuiciar al ingeniero Fabricio Correa” por supuestos beneficios en contratos millonarios, las incautaciones a los Isaías y Peñafiel cuyos activos fueron dilapidados en negociados o destruidos por malos manejos administrativos en manos del estado, el envío de drogas a Europa en la valija diplomática, la manipulación de la justicia para perseguir a los que no piensan como él y perseguir a los medios de comunicación como diario El Universo con sentencias elaboradas fuera del juzgado, el asesinato del General Jorge Gabela por denunciar la compra de los helicópteros Dhruv -éstos se cayeron cuatro de los siete comprados-, los “Panama Papers” donde se evidencian los negocios millonarios en Petroecuador con la aprobación de Jorge Glas -vicepresidente de Ecuador-, el caso del tío de Glas involucrado en la contratación de la fibra óptica submarina, el caso de Caminosca que aparece en algunos contratos de fiscalización de obras, caso Odebrecht donde Marcelo Odebrecht asegura haber entregado millonarias sumas de dinero a funcionarios y al contralor del estado a cambio de contratos millonarios, el gasto de $1.503 millones en movimiento de tierra en un proyecto de refinación donde nunca hubo financiamiento para la ejecución de la obra, la adquisición de los radares chinos con sobre precio y de paso no funcionan, el complejo Yachay del conocimiento en medio de la nada donde no se generó nada inteligente, el satélite Pegaso y nuestra muy corta carrera espacial, las campañas de publicidad más las 523 sabatinas que nos costaron alrededor $30.000 cada una, la venta anticipada de petróleo que compromete la entrega de alrededor el 80% de la producción hasta el 2024 y el incremento de la deuda interna y externa que pasaron los parámetros legales de endeudamiento del 40% del PIB.

Todo sumado a los sobre precios comprobados en la construcción de hidroeléctricas y carreteras del país, donde el índice de Pillería o Negligencia demuestra lo mencionado; además, de todos los contratos de obras públicas que fueron terminados unilateralmente y vueltos a contratar con sumas superiores al monto presupuestado.  

Esto nos hace pensar que estamos en pañales para lograr que se sancione toda una década de atracos que atrevería a decir que, si no hay un esfuerzo conjunto entre la fiscalía y las universidades del país, con jóvenes comprometidos, jamás recuperaríamos todo el dinero robado y nunca serán sancionados los funcionarios públicos con tanta negligencia e incapacidad.

Nuestro ex presidente Correa no solo volvió a concentrar el poder el la capital creando la cuenta única del tesoro nacional eliminando las preasignaciones presupuestarias, sino que también eliminó el Fondo de Estabilización, Inversión Social y Productiva y Reducción del Endeudamiento Público (Feirep) que en épocas de bonanza petrolera nos hubiera servido para acumular reservas de emergencia que hubiera atendido las necesidades del terremoto de 2016 y poder atender la pandemia del Corona Virus (Cov19) que afecta al país entero.

El gobierno anterior dejó las arcas en cero y este gobierno pataleó desde el principio con la desatinada elección del equipo económico, qué hasta ahora no han tenido lógica para la reactivación económica y ahora se encuentra con una grave situación que enfrentar que sería el “día después de la pandemia”.

Como sobreviviente del Cov19 y por haber enfrentado todos los problemas que significó conseguir las medicinas sin haber recibido una confirmación oficial de mi afectación ya que, por imposibilidad de salir de casa, en ningún momento vinieron a tomarme la muestra, queda obedecer lo que dicen los científicos del mundo: quedarse en casa, muestreo masivo para que pueda aislar y tratar a las personas contagiadas para frenar la pandemia lo más pronto posible y seguir con nuestras vidas.  

Estoy seguro de que el encomendarse a Dios y no temer a la muerte ayuda con sabiduría hacer los protocolos rígidos de cuidados caseros de los seres queridos, sumado a los medicamentos que el doctor recete.  Por eso, ¡Jesús! Yo en ti confío para sacar al país adelante y proteger a los que imparten justicia contra los que robaron el dinero del pueblo, despojaron la esperanza de cada hogar ecuatoriano e invoco para que protejas a los servidores públicos y privados que luchan contra la pandemia del Cov19. ¡Amén!