Es por demás lamentable que; a estas alturas de tamaña desgracia nacional, se provoquen situaciones políticas que; a mi juicio y al de muchos Ecuatorianos, van mucho más allá de un impase entre el poder Ejecutivo con el poder Legislativo. No cabe duda alguna que aún adolecemos de madurez politica, por decirlo así; suavemente. Poco le está importando al actual gobierno la suerte de un país, mismo que está dando palos de ciego; y digo aquello por algo muy simple:
La transición política que vivimos desde hace 3 años; esto es, el cambio de gobierno de CORREA a MORENO; aún en circunstancias en las que se habló mucho de un fraude electoral, no ha llenado pues las expectativas de toda una nación que esperaba se castigue los exorbitantes latrocinios y crímenes del anterior gobierno de Correa.
Aquel, fue un gobierno repleto de tanta afrenta, en el cual se adquirieron “a precios de gallina con peste” ambulancias de dudosa procedencia (tal cual lo dice el argot popular); un gobierno de ministerios y burocracia exagerada, al cual se lo acusa; entre otras falacias, de haberse robado hasta las donaciones económicas que llegaron al país para solventar dignamente los estragos del terremoto del 2016. Un gobierno que se jactó de construir; obviamente con comprobados y exagerados sobreprecios, carreteras, hospitales, escuelas, universidades, así como de repotenciar las generadoras de energía, llegándose a pagar 1.500 millones de dólares, por el simple aplanamiento de un terreno, el cual ha sido incluso utilizado como pista de aterrizaje de naves dedicadas al narcotráfico, un gobierno que construyó un considerable puente de hormigón en la frontera con Colombia, sin que hasta la fecha sirva para un solo carajo, un gobierno que hipotecó descaradamente a China sus recursos petroleros, es decir; UN GOBIERNO PERVERSO, etc, etc.
Por otra parte, tenemos un actual gobierno que en materia de salud irónicamente, “recién acaba de descubrir” las graves falencias en el área de salud del gobierno anterior, y que no ha sabido equipar técnicamente a su médicos para enfrentar la emergencia sanitaria, tampoco se dio cuenta que la mayoría de dichos hospitales fueron inaugurados sin el respectivo soporte técnico y equipamiento médico, siendo aquel, un gobierno que mantuvo a ex funcionarios del IESS que lo dejaron en la más infame quiebra. Es decir; un gobierno tan nefasto, quizá único dentro de toda nuestra historia republicana, que dejó una cuantiosa deuda externa, que esquilmó las reservas del país, que nos legó un ex vicepresidente privado de su liberad, actualmente sentenciado, hasta aquí, por dos delitos, un gobierno que mantuvo en altísimos cargos a muchos ex funcionarios que fugaron a diferentes países, siendo uno de aquellos prófugos quien; aplicando “la viveza criolla”, fue sacado del país descaradamente dentro de la valija diplomática de una ex embajadora Venezolana. Un gobierno del cual se acaba de sentenciar al ex presidente Rafael Correa Delgado, A 8 AÑOS DE PRISION POR UNO SOLO DE LOS TANTOS DELITOS QUE SE LE ATRIBUYEN,
De tal manera que esa misma ciudadanía; una vez transcurrido 3 años de gobierno de Lenin Moreno, ha esperado pacientemente que se cumplan al menos sus promesas de campaña, pero luego descubre a un presidente que irónicamente mantiene dentro de sus nóminas estructurales administrativas de su gobierno a funcionarios ampliamente identificados con el famoso y tristemente célebre gobierno de la revolución ciudadana. Un presidente que NO ha hecho absolutamente nada para que se recuperen los miles de millones robados en la administración Correa-Revolución Ciudadana; atraco que a decir de muchos se calcula en 70 mil millones de dólares; dinero que sin lugar a dudas estuviera siendo utilizado para enfrentar cómodamente la actual pandemia, y que posterior a la misma, hubiese permitido que el país pueda impulsar su economía. Un gobierno al cual se le atribuye un desacuerdo político con sus mismos partidarios, quienes actualmente forman parte del bloque legislativo de la Asamblea Nacional.
Mientras tanto, y adicional a las repetitivas cadenas televisivas del gobierno, en la cual se difunde diariamente y por más de una vez, el tema de la pandemia, ahora el país está viviendo una angustiosa noticia, respecto de un proyecto de ley urgente, denominado por el gobierno como Ley Humanitaria, misma que refiere posiciones antagónicas entre el gobierno y la Asamblea Nacional, incluso de ribetes políticos contradictorios, si de aquello observamos las posiciones de muchos de los asambleístas partidarios del gobierno de Lenin Moreno
He sido honrosamente dos veces legislador Social Cristiano por la Provincia del Guayas, luchando por los intereses de los que más necesitan, sin temor a nada ni a nadie. Durante toda mi vida; muy en especial de mi trayectoria política, jamás he pecado en ser un simple levanta manos, pues he mantenido siempre vigente el principio de lealtad partidista, así como he mantenido y mantengo mis propios principios de libertad de conciencia. Seguro estoy que gozo de la confianza y del respeto de un amigo y líder de nuestro partido; el Abg. Jaime Nebot Saadi, y de muchos compañeros de lucha. Por lo tanto, mi análisis al respecto de la actual situación, obedece a una sola conclusión: Los colegas Asambleítas de mi partido están en lo correcto en sus análisis en respecto de dicho proyecto de ley.
La economía de un país se mide desde perspectivas prácticas y simples. Un país, como el nuestro, que depende de una moneda que no es la nuestra, y que a pesar de aquello, junto a Kenia y Costas de Marfil, posee en la Provincia de los Ríos 50.000 hectáreas de un total de 150.00 hectáreas exclusivamente ricas y únicas en el planeta, un país en el cual durante “la época ganada” se dejó de impulsar el sector agrícola. Un pais que poco produce, que no atrae inversiones extranjeras, un país con gente infame, de frágil y cómplice memoria, cuyo más grave acto es el de NO aplicar como se debe la ley contra la corrupcion
Por lo tanto, desde el actual gobierno, no se deben tomar simples y graves decisiones que al final terminaran por herirnos de muerte. No es el momento de medir espacios de poder. Hay que ser dignamente constructivos, hay que pensar que la historia juzga; y de manera letal. Hay que pensar en muchas generaciones actuales y posteriores a la actual pandemia.
Al actual presiente le quedan pocos meses de mandato. Es pues importante revisar y analizar la génesis de nuestros actuales problemas, a fin de no volver a errar. Así pues, al Ejecutivo le corresponde cumplir con su mandato, producto o no de un fraude. Al Legislativo, a ser digno de representar al pueblo. Que quede absolutamente claro que las familias Ecuatorianas no merecemos ningún tipo de inestabilidad política; mucho peor en circunstancias como las actuales.
Alguna que otra vez sinceremos nuestros actos, y no formemos parte de aquella afrenta política que termina siempre en mantenernos dentro de la más ignominiosa miseria humana