Regionalismo según el diccionario de la Real Academia de la Lengua: “Tendencia o doctrina política según la cual en el gobierno y la forma de organizarse un estado se DEBE atender especialmente al modo de ser y a las aspiraciones de cada región
De sus 988 palabras en su respuesta al artículo de Juan José Illingworth que Ud. titula “LOS COMPLEJOS DE UN AMARGADO” he contado al menos 24 insultos y adjetivos (25 con el concepto que Ud. tiene de REGIONALISTA): mala entraña, bellaco, dudoso ADN, taimados, incapaces, perversos, solo para destacar algunos de los “educados términos” de su “inteligente critica” que en lugar de ello más se parece a la falacia que en lógica se denomina “argumento ad hominem”
Espero que después de inteligenciarse de lo que significa ser regionalista -por la definición que encabeza esta respuesta a su grosera contestación al artículo NO SOMOS ECUADOR-, deje usted de pensar que, los que lo somos (así me definí en un artículo editorial publicado en diario Expreso que lo invito a leer), pertenecemos al grupo que se merece la retahíla de procaces insultos con los que usted parece estar muy familiarizado en su diario discurso, tan alejado del elegante, cortesano y lleno de chispeante humor del habla del quiteño.
Recuerde lo que dijo Diógenes: “El insulto deshonra a quien lo infiere, no a quien lo recibe”. Pero a mí me parece que a usted es más aplicable aquello que manifestó Rousseau “Las injurias son las razones de los que no tienen razón”, que otros han traducido vulgarmente como “El insulto es la salida de emergencia para el ignorante ante la falta de argumentos” (conste que uso la palabra ignorante en la acepción de “que ignora o desconoce algo” porque Ud. parece desconocer todo el daño que el centralismo ha causado y sigue causando a nuestro querido país)
Hurgando entre tanto insulto, encuentro que la idea central de su crítica es: qué culpa tenemos “los quiteños”, en forma generalizada, por todo lo que usted señala en su artículo sobre el gobierno central de la capital (y que usted se cuida de no tratar).
Tratemos de entender primero el porqué de su reacción.
En el artículo de Illingworth se usa tres veces la palabra Quito:
- El gobierno de Quito sigue publicando que los fallecidos en Guayas por la pandemia son apenas 207.
- En Quito nos retienen donaciones, pruebas de COVID, mascarillas, medicinas, hospitales militares con oxígeno y robots.
- Desde Quito invierten en Guayas la mitad per cápita y por siglos se han robado la fracción de las becas que nos corresponden.
Toda mención a Quito en el artículo es como circunstancia que describe a un sistema obsoleto e inicuo. No a personas, sino a un modelo de gestión. Por eso la conclusión final de Illingworth:
“Gobierno central, a ti te digo: tu existencia de nada nos ha servido en esta pandemia, sólo has agravado la crisis y has generado muertes muy por encima de lo que pudo ser. Eres un mal que ha durado más de 100 años, creo que ya te llegó tu hora”.
Su aclaración al Matemático, debió referirse al centralismo que es el tema principal del artículo. Pero, para no tratar el tema de fondo, optó por referirse a las personas. Viejo truco de atacar al mensajero para eludir el mensaje.
No leí animadversión a los quiteños en el artículo de Illingworth. Sí sentí el mismo coraje que siento yo, y muchos ecuatorianos, por un sistema centralista que ha preferido por años las inversiones y los beneficios en Quito y Pichincha, en detrimento del resto del Ecuador. Lo invito a que entre a la página de SENPLADES y simplemente sume, como lo hice yo, para constatar la inequidad en TODOS los rubros de inversión del Presupuesto del Estado, tal como lo publiqué en varios artículos de la página editorial de diario Expreso de Guayaquil
Créame señor Ponce Lavalle que cuando hablo de centralismo lo hago con bases sólidas. Fui funcionario público: Gerente General de INECEL desde febrero del 72 hasta febrero del 75, viví en Quito y fui testigo del centralismo que todos los ecuatorianos, que no vivimos en la capital, detestamos. Parodiando a José Martí, pero con términos más elegantes que los que él uso, le diré: “Viví en las garras del cóndor y conozco su poder y mi honda -como la de Illingworth- es la de David”
Cualquier persona medianamente informada ya ha entendido, a estas alturas de la historia ecuatoriana, que el centralismo con sede en Quito es un sistema caduco, injusto, que siembra privilegios e inequidad. Usted, por su nivel económico, lo sabe, pero, como probablemente también se beneficia del sistema, ignora el tema principal del problema y prefiere la denostación.
Guadalupe Mantilla ya lo dijo una vez: “A Quito le conviene el sistema actual”. Otros, usando un discurso más sutil, en el “Plan estratégico de Quito” plasmaron: la ventaja de la capitalidad del distrito metropolitano. Esa “capitalidad” es un sistema parasitario de vida para una mayoría de muchos que viven en Quito (seis burócratas viven por cada manzana de la ciudad, en los últimos cálculos que se realizaron), -sean estos quiteños, guayaquileños o de cualquier región del país y afincados en la capital-, pues les asegura un empleo estable, con sueldos superiores al sector real.
Este si es un “perverso” sistema (para usar uno de sus términos favoritos y disculpe que por respeto a los lectores no use los otros a los que Ud. está acostumbrado) que les permite decidir dónde se invierten los recursos públicos de todos, con lo cual construyen infraestructura vial de 10 carriles alrededor de Quito, riego para los cultivos de flores, promoción de cancillería para sus negocios hoteleros y turísticos, subvención para sus sistemas de transporte urbano (Trole y Metro), infraestructura privilegiada de salud y educación, apropiación de los programas de cooperación internacional, de las becas y, en general, usan todo el presupuesto general del estado para disponer del dinero como si fuera propio de esta privilegiada burocracia y de la región donde habitan.
No entendí del artículo de Illingworth que aseverara que todos en Quito se comportan de tal o cual manera. El artículo fue sobre el funcionamiento de un sistema que ha demostrado ser injusto odioso y el mayor culpable de la desunión que existe en este Ecuador, el cual, según un político ecuatoriano de mucha chispa, “Intenta ser país y no llega ni a paisaje”
Siendo objetivos, nada justifica tanta diatriba e invectivas contra quien ha denunciado las barbaridades que el sistema centralista practica en su ciudad, contra quien, desde su cargo en el INEC, fue el primero y único en hacer público, con gran valentía, el trato preferencial a Quito y Pichincha de casi todos los gobiernos.
P.S.: ¿Es usted amigo del Matemático Illingworth, o debo interpretar su tuteo como una más de las “educadas manifestaciones” de su estilo procaz, irrespetuoso y beligerante?
SER REGIONALISTA ES INSISTIR EN MANTENER UN SISTEMA INJUSTO.
No debo ser tan cortés como Gabucho ; creo, Ingeniero Romero, que es hora de no hablar y pasar a la acción . La oportunidad dorada será el pandemonium que la segunda oleada del COVID nos traerá. Uds, con Nebot , Chyntia, Junta Cívica y Cámaras – que son los que tienen capacidad de ejercer acción – están en la obligación moral de levantar al pueblo de Guayaquil que es quien , ultimadamente , sufre el centralismo en carne viva.
Hasta cuando Señor Romero …!!!
REGIONALISTA O REGIONALISMO, al márgen de lo que diga el diccionario de la Real Academia, lo que se debería entender es el significado que lo hemos dado en este país y es algo como defensor de una región, entonces podemos decir que el Sr Romero es regionalista al defender Guayaquil y el Sr. Lavalle tgambién por defender a Quito. En conclusión el tema no tiene ninguna relevancia.
LUEGO DE HABER LEÍDO AMBOS ESCRITOS, SE ME VIENE AL RECUERDO DE UNA ANÉCDOTA POR UNA CONVERSACIÓN CON UN COLEGA MARINO MERCANTE COLOMBIANO, QUIEN LUEGO DE CONVERSAR SOBRE LA GRAN DIFERENCIA ENTRE EL GUAYAQUILEÑO Y EL QUITEÑO (A ESTOS ÉL LOS COMPARA CON LOS «ROLOS» BOGOTANOS),… TERMINÓ DICIÉNDOME…. (CITO TEXTUAL)…USTEDES LOS ECUATORIANOS SON TAN LADRONES QUE HASTA A SU CAPITAL LE PUSIERON «QUITO» ( DEL VERBO QUITAR)…, CON LO QUE COMPARTO EN SU TOTALIDAD CON LO EXPUESTO POR JUAN JOSÉ ILLINGWORTH Y MUY ACERTADAMENTE EXPUESTO POR NICOLÁS ROMERO SANGSTER…. VIVA GUAYAQUIL, CARAJO…. LA CAPITAL ECONÓMICA DEL ECUADOR….
LOS GUAYAQUILEÑOS MIRAMOS LA PAMPA, LA SABANA, Y VAMOS A NUESTRAS PLAYAS Y MIRAMOS LA INFINITA EXTENSIÓN DE MAR…. POR ESO NUESTRO PENSAMIENTOS SON MÁS AMPLIOS, MIRAN A LEJOS…. AL PROGRESO Y LA SUPERACIÓN…. EN LA SIERRA LOS SERRANOS (POR SIERRA) TIENEN VISIÓN LIMITADA POR LOS CERROS QUE LOS RODEAN Y ASÍ SUS CRITERIOS CON MÁS CONTRAÍDOS Y TEMEROSOS, Y SOLO LOS HACE PENSAR EN LO QUE TIENEN A LA MANO…. EL DINERO QUE SE LES ENTREGA PRODUCTO DE LO QUE HACEN LOS GUAYAQUILEÑOS Y DEMÁS PROVINCIAS COSTEÑAS QUE PRODUCEN…. ACÁ BAILAMOS MAMBO Y EN LA SIERRA SANJUANITO… DANZA INDIA….
Sr. Castro, me reservo la crítica a sus palabras, pero le refresco la memoria, para recordarle que la gran mayoría de profesionales HONESTOS que desempeñan funciones en todos los ámbitos públicos y privados a nivel general del Ecuador son SERRANOS. Quizá porque ? Y ud con su comentario crítica al regionalismo y al centralismo?. La junta de Beneficencia de Guayaquil, con su lotería nacional recoje fondos en todo el país y quiénes se benefician ?? Creo que la respuesta es obvia. Miles de ecuatorianos que aún nos gobiernan de modo perverso, deben cambiar la mentalidad y le recuerdo que Bucaram, Correa los grandes atracadores son Guayaquileños…. No agregó más. Gracias.
Excelente articulo del Ing Romero, yo digo que el problema del pais es la centralizacion de las decisiones de inversion en todos los campos salud , educacion, infraestructura vial ,electrica sanitaria, los que alguna vez hemos trabajado en el sector publico conocemos como es el manejo de esas decisiones trascendentales para el pais , que se agravaron cuando un seudo guayaquileno que no quiero nombrar tomo el poder y maximizo esas decisiones desde el poder central destruyendo los pocos organismos publicos que existian en algunos lugares del pais que fueron creados con objetivos precisamente para un poquito descentralizar ese poder absoluto volviendolo todo a la decision central, para que ustedes tengan una idea para poder desarrollar algun cultivo en la peninsula de Santa Elena con en toda esa infraestructura de riego que habia construido CEDEGE el grado de dependencia despues que fue eliminado CEDEGE es que la orden tenia que venir del poder central ,cuando antes CEDEGE la emitia en muy corto tiempo despues del respectivo analisis, por esa razon mis amigos digo amigos por que no tengo enemigos aman ese tipo de gobierno reflejado en las urnas a pesar de la multiples denuncias y cosas que se dicen de ese tipo de gobiernos. Esperemos que en un futuro no muy lejano esa situacion cambie y pueda haber un gobierno mas justo y equilibrado en el manejo de esas decisiones de inversion y el Ecuador pueda crecer en armonia para felicidad y bienestar de todos los ciudadanos.
Me refiero a Fernando Castro Ponte. Es una pena leer su razonamiento tan pobre y limitado, contrario a la percepción tan amplia que dice tener. Cómo quiteña repudio sus palabras que no es de un ecuatoriano de bien , y coincido con el artículo acertado de don Nicolás Romero, quién con altura de la gente de bien e ilustrada, ha argumentado su posición frente a una situación de centralismo y no ha denigrado ni denostado a una región y a su gente que se merece el respeto, al igual que la gente de la región Costa y la del Oriente. La valía del ecuatoriano no se limita hacia donde mira, según usted (hacia el horizonte o hacia las montañas…)sino por su preparación y sus valores….es tiempo que reflexione un poco y piense en lo mal que habla de usted emitir este tipo de comentarios baratos y mal fundamentados.