El consumismo y las autonomías

Adam Smith, economista escocés, también conocido como “El padre de la economía” o “El padre del capitalismo”, fue además autor, pionero y figura clave de la economía política, así como un filósofo moral.

Tuvo una idea elegante al abordar la notoria dificultad que enfrentan los humanos para tratar de ser inteligentes, eficientes y morales, lo que falta a los gobernantes y políticos ecuatorianos de izquierda y de derechas falsarias

Adam Smith en su moderna de economía, a menudo abreviada “La riqueza de las naciones” (1776), sostuvo que el panadero hornea pan no por benevolencia, sino por interés propio.
Igual que los políticos de mi país destruyendo las autonomías institucionales y sus gobiernos no lo hacen por servicio a la comunidad sino por intereses personales y corporativos para captar el poder utilizando en el tema de la pandemia los dineros del erario nacional para hacerse campañas y llegar a la Presidencia con el apoyo de cierta prensa denominada corrupta.

Sin duda, los beneficios públicos pueden resultar inútiles cuando las personas buscan lo que es más fácil: el interés propio.

Y, sin embargo: la lógica del interés privado, la noción de que deberíamos “dejar que el mercado lo maneje todo”, también tiene serias limitaciones cuando desaparece la reserva moral.
La falta de una política social y de salud efectiva en respuesta al brote de la enfermedad por coronavirus (COVID-19) ha puesto de relieve las contradicciones de un sistema de salud colapsado y de los intentos de seguir utilizando los recursos del IESS con un proyecto de ley de una supuesta emergencia para mandar leyes para que entren por el ministerio de la Ley, ante una Asamblea llena de intereses personales y corporativos protervos

En todo el mundo, la filosofía del mercado libre y el consumismo se apodera de las mentes de las personas que no escatiman esfuerzo alguno y acuden al endeudamiento agresivo por tarjetas de crédito que a la vuelta de la esquina les cobran factura.

En un gran porcentaje de empresarios grandes ya no existe la sana competencia, el posicionamiento a base de negocios éticos. Todo es ganancia lucro y márquetin comercial Lastimosamente la empatía, la solidaridad o la preocupación por el bien público se relegan a la familia, los lugares de culto, el activismo o el calentar las calles de cuatro pelagatos en los que me incluyo.

Mientras tanto, la ganancia individual adquirida injustamente no tiene en cuenta la estabilidad social, la salud o la felicidad.

Como resultado, el actual sistema de corrupción ha agotado y devastado la esfera pública, salud pública, educación pública, acceso público a un entorno saludable y una inseguridad social que raya en la corrupción y en el oportunismo por llegar a como dé lugar a esos espacios de poder donde hay dinero, donde se crean crisis inducidas para fusionarle al IESS dentro de un MSP colapsado

Las personas que realizan trabajos esenciales: cuidar de los enfermos; recoger la basura; entregar alimentos; garantizar que tengamos acceso al agua, la electricidad y la conexión Wifi, a los miembros de la fuerza pública, a los bomberos etc., a menudo son las personas que ganan menos, sin beneficios ni contratos seguros.

Y qué decir de los informales y los pequeños emprendedores que mueven las economías familiares y que pierden sus negocios por la improvisación de los gobiernos. En completa indefensión

Por otro lado, aquellos que a menudo tienen pocas habilidades útiles identificables (los políticos “pontificadores padres de la patria*, así como los principales artífices de las ilegalidades como la organización delictiva del cínico de Correa, ellos si tienen garantías para robar y huir, con sobornos que dan vergüenza ajena, ¿Cuál es su valor de esta gente, pregunto?

Ninguno.

En pocas palabras, vivimos un sistema impulsado únicamente por intereses personales ilícitos, el cual no protege la salud pública, los tipos esenciales de libertad y el bienestar comunitario.

¿Qué haremos los ecuatorianos decentes cuando finalmente hayan destruido nuestra democracia si la pandemia no nos permite ni siquiera emigrar. ?

¿Habrá que preguntarle a la Corte Constitucional, tendremos que demandar fuera del país y taparnos la boca y dejar de joder como a menudo me critican los politiqueros como el precursor del anti cambio?

Muchos ya han empezado a señalar la inmoralidad de nuestro sistema de codicia y ganancia egocéntrica, su ineficiencia, su crueldad, su miopía y su peligro para el país y las personas.

Los empresarios y los banqueros por el lado de los eternos beneficiarios de condonación de deudas ,se pasan contando la producción no el resultado, la cantidad no la calidad, los precios no las posibilidades, miden todo en base al consumismo

La Libertad, felicidad, resiliencia, todo pasa a un segundo plano.

El tipo estrecho de pensamiento macroeconómico que actualmente domina los pasillos del gobierno en Ecuador desde hace unos 30 años es una máquina poco inteligente que socializar los costos, repartir beneficencia, es decir repartir más pobreza, una ideología venenosa y ciega la de un populismo decadente.

Ahora, mi salud depende de la salud pública de integrantes de un COE sin perfiles epidemiológicos y de Municipios con infraestructura física y humana incipiente, donde el gobierno central hace la de pilatos.

Este momento de dolor y colapso puede servir como una llamada de atención; darse cuenta de que lo público es fundamental siempre que se someta a los designios de la ley, de la Constitución , se respete las autonomías del IESS, del Banco Central, del ISSFA, de la Isspol y lo privado desterrando el consumismo decadente.

Fuente. Plan Consulting.