21 noviembre, 2024

¡De la cuarentena a recuperar la familia, al Ecuador y al mundo!

El poder económico-político va por la “familia y la sociedad” contaminadas y destruidas como el planeta, confinándolas a un celular, computador, vacuna con chip, ideología totalitaria, dominio con cyber-robots, poda humana, G-5, suspensión de garantías y mercantilismo que los hace ricos. Como bien denuncia C. Dávalos: “¿La imposición de una nueva normalidad”?

Y también yo digo, ¿Cuál, si es una anormalidad? Benedicto XVI: «Hace cien años se habría considerado absurdo hablar de matrimonio homosexual, hoy es socialmente excomulgado quien se opone a ély pasa lo mismo con el aborto o la creación de humanos en el laboratorio». Mi carta en la prensa en 2012: “Fin de la “familia concebida por Dios,” debido a una humanidad materialista, ambiciosa, egoísta y prostituida por el poder político y económico.

El capitalismo y jet set la hirió de muerte. Más fácil es divorciarse que casarse, la infidelidad es “ser bien macho o una mujer liberada,” swingers una grotesca prostitución de esposos, los jóvenes se aparean para ver “si funciona,” la migración deja sin guía a los hijos, se irrespeta a padres, abuelos y profesores, abortar es como sacarse un diente, nudismo y libertinaje, alcohol, drogas, sexo entre todos y todas (degeneración de género).

El socialismo-comunista la destruye y la cambia por la “familia del proletariado” donde todo es permitido, “menos desobedecer al líder.”  La mujer en su derecho a no ser esclava, pasó al libertinaje. Kirpal Singh hace más de cuatro décadas dijo: “En la dirección que va, “desaparecerá la mujer concebida por Dios,” su pureza, amor, sabiduría, entrega, fuerza y paciencia se perderán”. Las leyes: los GLBTI son iguales, se casan entre ellos y adoptan niños. D. Stefanowicz sufrió mucho con su padre homosexual y defiende el matrimonio de Dios”.

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El cultivo

La palabra cultura ha tenido distintas definiciones en el recorrido de la
historia, aunque todas tienen una idea común: “cultivar”.

Partiendo de lo anterior, tenemos el criterio de que cultura es, de alguna
manera, sinónimo de cultivo. Qué cultivemos y qué no, es cuestión de cada
uno y del grupo humano al que pertenece.

Cultura significa, excelencia en el gusto por las bellas artes y las
humanidades; a esto también se conoce como “alta cultura” No es lo
mismo “alta cultura” que “alta costura” por muy altas que sean las modelos.
No siempre lucir un lindo traje es igual a lucir una exquisita cultura.

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