“CAMINANTE NO HAY CAMINO, SE HACE CAMINO AL ANDAR”.
Parecería que esta máxima literaria, años después, hecha canción, es la expresión que calza a la situación ecuatoriana de estos meses del año 2020 (enero/febrero/marzo/abril), fuente a la crisis que está pasando el ESTADO ecuatoriano: una pandemia, con afectación mortal a la población, de un virus, antes desconocido; una crisis económica, causada por el desplome a $0.oo del barril de Petróleo, incluso a valores inferiores a $0,oo (negativos), y por actitudes incomprensibles de líderes y lideresas ecuatorianos, que en el afán de servir o de lucirse, llevan la CONTRARIA, para demostrar la intransigencia de su posición al liderazgo de otros, antes que colaborar, y compartir y coordinar con el Estado ecuatoriano, que cual bote en Alta Mar, no encuentra la dirección correcta para llegar a puerto seguro. El país sigue entrampado en aguas agitadas, por el interés político de unos y por la oportunidad, de otros, para demostrar que “estamos con el pueblo”.
Bien hace el Gobierno, en recordarle a este pueblo ecuatoriano, históricamente desmemoriado, que la enfermedad epidémica del Ecuador, ha sido y es el ALZHEIMER político.
Lo que estamos viviendo, ES EL RESULTADO DEL DESGOBIERNO Y DE LA CORRUPCIÓN DE LA “DÉCADA GANADA”. Qué hacer. para que entiendan los ecuatorianos que NO HAY PLATA en las áreas fiscales, para pagar la deuda externa, para costear el presupuesto del Estado. Que hay un un déficit de $10.000 millones de dólares + $10.000 millones de dólares de deuda por pagar para el próximo año.
Amén, de una crisis de valores, donde se quiso, o se quiere aprovechar la crisis para robar, o aprovechar la misma para lucirse o llevar la contraria por cálculos políticos.
No solo, que “SE HACE CAMINO al ANDAR”, sino que las posibilidades de decisión son muy POCAS, poquísimas. O te vuelves extremista en las decisiones, o tomas al toro por los cuernos, y capeas aunque no sea la mejor decisión, pero, es que no hay otra mejor.
Recordemos alguna cifras de interés macroeconómico:
$12.000 millones de dólares en pérdidas, en el sector industrial y productivo; $ 8.000 millones de pérdidas en el Fisco, por causa de la baja del barril de petróleo y baja de otras exportaciones; $100.000 millones de dólares, en pérdidas a nivel nacional, de los cuales la cuarta parte de dicho valor corresponde, a pérdidas sólo en guayaquil. Todo estas escalofriantes cifras en cuatro meses de PANDEMIA. ¿QUÉ LES PARECE LA SITUACIÓN DEL PAÍS?.
La deuda externa, o la dejas de pagar, asi como asi, o pagas algo, negocias plazos e intereses, y solicitas nuevos préstamos, NO HAY OTRA.
Del endeudamiento externo de los países, siempre saldrán beneficiados los “tenedores” de la deuda externa, que se expresa en “PAGARÉS DE DEUDA”, o en BONOS DE DEUDA, que finalmente los pagas, porque los pagas. Ya no hay la opción, como si la había en el pasado, de comprar tu propia deuda “A LA BAJA”, como alguna ocasión lo hicieron los Bolivianos, que comparan a $0.05 (5 centavos de dólar), los pagarés de $100 dólares. Eso ya no es posible en la actualidad.
Así opina uno de los excelentes macroeconomistas del país, el Ec. Pablo Lucio Paredes: “… Por un lado decir que no pagamos y punto…”. “Por otro lado, con cada acreedor negociar, para encontrar EL MEJOR CAMINO, que posiblemente significa pagar algo, diferir el resto a futuro, ojala en mejores condiciones y necesariamente conseguir apoyo adicional”…
Termina su escrito el Econ. Pablo Lucio Paredes, así: “Cuando una negocias, siempre los de afuera creen que lo hicistes mal: “que mal vendiste tu auto”…“que mal negociaste tu sueldo”… “Pero hay que estar adentro para entender lo posible… al menos dejemos al Gobierno, el BENEFICIO DE LA DUDA, HASTA VER RESULTADOS”…“ES HORA SÓLO DE TRABAJAR”
¿Por qué será que nuestros legisladores, NO LEEN LOS PERIÓDICOS?. Creo que solo ojean sus titulares y pasan de largo sus páginas editoriales y sus páginas de opinión.
Perfecto todo lo que dice, pero, por qué estamos donde estamos, por el robo corrupción y por favor no diga de la década pasada, pues este gobierno antes que existiera la pandemia, pudo agilizar la captura de estos ladrones, recuperar lo robado y no permitir que sigan robando, se pudieron tomar decisiones para reducir el monstruo de la carga pública y burocracias. Así que por favor, solo el decir que estamos mal y hay que colaborar con más impuestos para que sigan robando y estemos peor, es no encontrar la causa raíz y acabar de una vez por todas y salir adelante, ahí si con gusto se puede colaborar.