21 noviembre, 2024

Los grandes mesías

Para opinar sobre la fe y la religión, se necesita ser un libre pensador.

Hay personas que dicen que no se debe hablar de religión ni de política.

Yo por el contrario creo que es de lo que más se debe hablar.

Eso sí se debe tener una mente abierta para analizar todas las posibilidades.

No se puede discutir sobre los credos con posturas rígidas, fanáticas y peor extremistas.

La posibilidad de otra verdad sobre cualquier verdad, es solo otro punto de vista sobre cualquier punto de vista.

Tenemos un criterio preformado por el crecimiento cultural que recibimos sobre nuestras creencias religiosas. Los que crecimos dentro de una familia católica traemos un conocimiento determinado respecto al creador y la vida eterna.

Si hubiéramos nacido en la China y de padres budistas, fuéramos budistas.

Las antiguas escuelas iniciáticas del conocimiento reconocen la presencia de grandes maestros  que han sido enviados por el Todopoderoso para predicar su verdad sobre la tierra. Estos Avatares desempeñaron una misión única y siempre matizada culturalmente para la población a la que fue dirigida. Son los elegidos por el Omnipotente para traernos la paz y hermandad.

Para un  Mesías la única razón de su existencia es la transmisión del testimonio universal.

Son preceptores que no fueron elegidos por casualidad, ni tampoco escogidos al azar.

Son seres únicos, predeterminados o ungidos, que aparecen sobre el planeta muy de vez en cuando. Tienen un propósito específico que lo dejan como legado a la humanidad.

Dueños de una inteligencia superior, tienen poderes que no son comunes al resto de los hombres. Imbuidos en el conocimiento de los problemas universales, practican la antigua metafísica y vienen para simbolizar las aspiraciones del mundo.

Boadhisaftwas hijos del hombre y enviados por el Omnipresente, traen los conocimientos de la tradición organizada de las ciencias secretas. Cristo, Mahoma, Buda, Krishna, Zoroastro, Orfeo, Rama y Sergé Reynaund de la Ferriere son algunos de estos ungidos.

Entre todos ellos, Jesús es el Maestro de los Maestros.

En su caso, la historia nos señala una serie de acontecimientos que culminan con la resurrección del Mesías.

Sobre estos hechos también hay versiones y verdades diferentes. En las antiguas ciencias se afirma que a la edad de doce años fue separado de sus padres por los sacerdotes Escenios y llevado a Egipto a la pirámide de Cheops.

En este lugar permaneció hasta los treinta años, siendo instruido con la sabiduría y el conocimiento de todos los tiempos. Los druidas encargados de su preparación le hicieron conocer, dominar y usar sus poderes naturales, formándolo como el Asceta 33.

En ninguna parte de la biblia dice dónde estuvo el maestro desde los doce hasta los treinta años. En este periodo oscuro de la historia de Jesús es donde participaron con sus enseñanzas los druidas Escenios.

Ellos fueron los mentores que le brindaron el aprendizaje y potencializaron la capacidad sobrenatural de este avatar universal. Este aprendizaje terminó con el bautismo iniciático en el rio Jordán. A su regreso a Jerusalén, el hijo de dios revolucionó a la humanidad.

Desde entonces su pensamiento comunitario que pregona el amor y la igualdad entre los hombres, ha permanecido inmutable.

Dueño de poderes extraordinarios, utilizó la sanación y la mutación para propagar su mensaje.

Narran algunos tratados ocultados y prohibidos por la iglesia, que después de ser crucificado,  no murió. Fue sacado del sepulcro por los sacerdotes Escenios y llevado a Egipto donde permaneció en la pirámide y vivió hasta los 68 años. Se unió a María Magdalena con quien procreó ocho hijos y continuó dirigiendo desde Egipto la consolidación de su iglesia.

Luego de persecuciones a sus descendientes solo le sobrevivió una hija, la cual junto a su madre fue llevada a Francia, donde fundaron la dinastía de los Merovingios que fueron protegidos por el priorato de Sion y en la actualidad se cree que adoptaron el apellido Sinclair.

Los herederos en línea directa sanguínea son guardados y cuidados secretamente porque de revelarse este secreto, se conmocionaría y probablemente destruiría los cimientos de la fe cristiana.  

Para varias escuelas teológicas no tradicionales, ésta es su verdad.

Sea como sea, como se crea o como se quiera creer, lo cierto es que la presencia del Maestro y su pensamiento universal revolucionaron el destino de la humanidad.

Lo que pensemos o creamos, constituye nuestro derecho de convicción individual.

Nuestras creencias han sido distorsionadas por el mito y la leyenda, pero sin testimonios  válidos que soporten su verdad.

La vigencia de una doctrina radica en su inmutabilidad en el tiempo.

Saber, querer, osar, callar. Son los cuatro principios de la sabiduría de siempre.

A fin de cuentas, todo lo que suceda está escrito en el universo, pero no todo lo escrito tiene que inevitablemente suceder.

 

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1 comentario

  1. YO OPINO QUE NO SE DEBE HABLAR DE RELIGIÓN NI DE POLÍTICA, CON GRUPOS CERRADOS EN SUS CREENCIAS, A CADA UNO SE LE DEBE RESPETAR SU FORMA DE CREER YA SEA EN LA RELIGIÓN COMO EN LO ASPECTO POLÍTICO, PORQUE TRATAN DE IMPONER SU CRITERIOS DE CUALQUIER MANERA. CADA CUAL CON SU RELIGIÓN Y CON SU POLITIQUERÍA.

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