Revisando mi baúl de recuerdos, tesoros y sentimientos, ahora que ha habido tiempo para revisar y tratar de ordenar mis pensamientos, poesías, escritos y papeles viejos, mientras pensaba en los giros que tenemos que dar a nuestras vidas, encontré una poesía que no debe ser muy vieja.
Esta poesía, la recibí por WhatsApp, hace unos pocos años en algún chat, y de acuerdo con lo que pude investigar en Internet, fue publicado originalmente en la hoja parroquial de un Pueblo de Castellón de donde la adquirió Actuall, un grupo que hace publicaciones en Internet.
Viendo el rumbo que estaba tomando el mundo, la guardé como una joya, pensando en que, al tener tiempo, podría presentarla a mi nietos (y quizás también a mis hijos), como una advertencia sobre el rumbo que estaba tomando el mundo y el peligro, para las futuras generaciones, si no teníamos un cambio en el exceso de tolerancia que hemos tenido las personas que todavía creemos en un mundo digno, de respeto mutuo, de moral, de honestidad, con valores intrínsecos basados en las virtudes, el amor con respeto a nuestros semejantes y a nosotros mismos, defendiendo los Principios que deben ser nuestra razón y forma de vida. Creo que llegó el momento de presentarla.
Analicemos esta poesía que considero un reclamo frontal al rumbo que estaba tomando el mundo:
Romance de alumno de escuela moderna y avanzada
Pablo González
Papá, por favor escucha:
pásame a un cole normal,
que este colegio de ahora,
me está empezando a asustar.
Me dicen que lo moderno
es ser experimental,
que lo único importante
siempre es la diversidad,
con libertad creativa
y con autonomía moral.
(y si el maestro lo dice,
tendrá que ser la verdad).
De los niños de mi clase
no hay dos que sean igual,
porque aquí los profes quieren
mucha originalidad:
A Juan, le gustan las niñas,
igual que a ti, mi mamá,
a Curro, niñas y niños,
para mayor variedad.
A Pedro, sólo los niños
que al fútbol saben jugar,
Vicente no se decide,
prefiere experimentar.
Mery tiene dos espíritus
en lucha trascendental,
Estela quiere operarse
y ser, por fin, como Juan;
Quique dice muy contento
que él siempre está más allá
de los roles que ha creado
la sociedad patriarcal.
Papá, por favor, escucha,
llévame a un cole normal.
Yago, además de su padre,
tiene también dos mamás
y Javi cada semana,
estrena un nuevo papá.
A Jennifer la ha criado
una comuna ilegal
y no conoce a su padre
ni a su madre, ¡qué más da!
El padre de Alba se llama
Insemin artificial
porque su madre pensaba
que así, se iba a realizar.
Hay familias numerosas
como la de Mari Paz,
porque suman 4 hermanos:
ella, dos gatos y un can
y según dicen sus padres,
quieren a todos igual.
Joaquín es niño probeta
y cuando se va a acostar,
le da siempre un par de besos
a su tubo de cristal,
porque sus padres trabajan
día y noche sin parar.
Yo los quiero mucho a todos,
como amigos de verdad,
pero me siento muy raro,
por tener papá y mamá.
Los otros niños se ríen
hasta que me hacen llorar
y dicen que somos pobres
y no podemos pagar
un divorcio en condiciones
como lo hacen los demás.
Otros piensan que es un virus
que se puede contagiar
y que los Médicos llaman
“Familia Tradicional”.
Papá, por favor, escucha:
Llévame a un Cole normal,
porque en este no me dejan
estar, ni vivir en paz
y en cuanto abro la boca,
siempre termino fatal:
pues si le respondo al profe
que algo está bien, o está mal,
o defiendo al matrimonio
que no sea homosexual,
hablo de amor para siempre,
respeto y felicidad,
o pienso que mis hermanos
valen más que un animal,
me castigan por “listillo”
y por ser tan radical.
Papá: Por favor, escucha,
cámbiame a un cole normal,
que aquí lo raro es la norma
y no existe la verdad.
Excelente poema. Dice exactamente lo que está pasando en la sociedad,