Que tristeza, sufrir la pérdida de uno o varios seres muy allegados y queridos -aun cuando hayan estado gravemente enfermos y más aún, en cama por esta Pandemia-, que entre 4 a 10 días de contagiados -algunos sin nisiquiera saberlo- murieron en hospitales, casas asistenciales, clínicas o en sus propios domicilios.
Que dolor, que impotencia, de sus más cercanos familiares, que en el mejor de los casos, si recibieron asistencia hospitalaria, ahí se quedaron solos, sin tener noticia posterior de ellos, solo a la espera de una llamada del Centro de Salud, al que acudiste para que te digan: “Venga a retirar el cadáver de su familiar, que ya falleció, o venga a retirar a su familiar, que ya le dimos ALTA”. (se curó).
Sentimientos encontrados de mucho dolor o de alegría, según el comportamiento del organismo y de los cuidados médicos y medicamentos, -muy pocos-, suministrados a los pacientes.
Momentos y días, que son verdaderas incógnitas, cada minuto que pasa, pues este letal virus, no respeto ni a los médicos , ni al cuerpo hospitalario que se encargó de sus cuidados, que la sabiduría popular los bautizó como: “LOS HÉROES SIN CAPA”.
Muertes como la de mi cuñada MARIANA REYES PUGA, o como la esposa del Dr. Marcos Molina, o como la de mi compañero de aulas colegiales Omar Quintana Baquerizo, o como la de mi ex Jefe de la Asociación de Canales de TV, Ec. Franklin Mazón, o como la de mi Colega Jose Santos Ditto, o cómo de importantes ex funcionarios públicos como el Ing. César Rodríguez, de profesionales, de artesanos, de bomberos, de sacerdotes, etc., y de conocidos y desconocidos, que cayeron víctimas de esta PANDEMIA.
El dolor de sus muertes nos durará mucho tiempo, y serán guardados en la memoria de sus hijos, nietos y bisnietos.
¿Cuántas son las personas fallecidas?, ¿cuantas más morirán? Las primeras los sabemos, hasta la presente fecha (unos 3 meses), bordean los 9.101, en el Guayas, entre Enero y Abril del presente año (2020).
Para el Columnista Carlos de Tomaso, son más de 10.000 las muertes por coronavirus, en lo que va del año en el Guayas. Para la Periodista Bernal, son 13.000, solo en Abril. El Registro Civil de Guayaquil, inscribió 10.000 defunciones, solo en abril de este año (2020). ???.
Otros medios de comunicación consideran que ya suman a abril 30 (2020), 14.000, los fallecidos por COVID-19, frente a 2.500 aceptados por el Gobierno, en lo que va del año.
El propo M.M. de Salud, considera que bien podrían contagiarse el 60% de la población ecuatoriana, esto, un aproximado de 7’800.000 habitantes contraerán el virus, de los cuales un 1%, moriría, aproximadamente, (según las estadísticas), esto es, 78.000 muertes, hasta fin de año, o 9.750 muertos mensuales.(entre Mayo a Diciembre). El Gobierno solo admite 1.371 fallecidos al 3 de mayo del presente año.
Ha sido costumbre oficial, esconder o reducir drásticamente el número de fallecidos, en tratándose de levantamientos populares y políticos reprimidos por las fuerzas del Gobierno de turno. Así, por los años 38 del siglo pasado, (XX), en la revuelta de los trabajadores, y sus cadáveres arrojados al Río Guayas, se decía que no pasaban de 20, mientras que los trabajadores, hablaban de 1.000.
En las revueltas del 3, 4 y 5 de junio, en el Gobierno del Dr. Camilo Ponce, se habla de 100, 200 muertos, mientras que los medios públicos de información privada, hablaban de 3.000 fallecidos.
En época de la última Junta Militar, en los días de 6,7 y 8 de noviembre, se hablaba de 14 muertos, cuando los medios de información privados hablaban de 3000 y hasta de 4000 muertos.
Todos ellos abatidos por las balas de las bayonetas militares y luego tales cadáveres, enterrados en fosas comunes, al calor de “Toques de Queda”, que eran reprimidos con violencia contra quienes lo violaban.
La única estadística que recuerdo, que no fue contradicha fue aquella que determinó unos 653 muertos aproximadamente, ocasionado por el movimiento telúrico de hace 4 años, que afectó las provincias de Manabí y de Esmeraldas, seriamente.
Las demás estadísticas, por ejemplo, las de analfabetismo, las de crímenes cometidos por pandillas o delincuentes mayores, los del número de habitantes de determinadas ciudades de más de 1 millón de habitantes, son siempre cuestionados por los ciudadanos, o por sus Alcaldes, por cuanto afectan a sus presupuestos que se ven disminuidos, que demandan sus acciones normales o naturales.
El Presidente Moreno, desde el inicio de la Pandemia, expresó que se entregue al país, las cifras reales, provocados por la misma, pero, hay tantos frentes, y de tan diverso orden de detalle, que no coinciden -porque no pueden coincidir- pero que causen cuando no confusión, si desconfianza en las mismas.
Solo la HONESTIDAD, salvará al país de esta CRISIS, que es TRIPLE: SANITARIA, ECONÓMICA Y HUMANA, donde hasta la corrupción ha hecho sus logros, de muchas maneras que han dejado llenos de plata algunos bolsillos, con perjuicios directo de los enfermos contagiados y de los sectores productivos, cuyos establecimientos comerciales, industriales, educacionales y artesanales, están al borde de la quiebra.
No agreguemos MÁS PANDEMIAS, A LAS EXISTENTES: DE SALUD DE FALTA DE RECURSOS, DE FALTA DE EMPLEO Y DE SOBRE ENDEUDAMIENTO PÚBLICO.