21 noviembre, 2024

El Efecto Globo y el Corona Virus

Para analizar las nuevas realidades de la problemática mundial, partiendo del corona virus, comparto la más clara y sencilla definición de este efecto publicado en la Revista América Economía: “ Se trata de problemas que tienen su origen en más de un estado y que, por ende, no pueden ser resueltos sin una cooperación eficaz entre los estados involucrados. El narcotráfico es un buen ejemplo sin fronteras, en el cual opera además el denominado “efecto globo” . Marzo 5, 2018.

Con el corona virus, este efecto vuelve a ser noticia y genera acciones mundiales, pero antes de continuar sobre este problema, detallaré algunos otros problemas mundiales que se enmarcan en el efecto globo, además de la droga y el corona virus.

Los detallo a continuación:

  1. La contaminación y destrucción mundial del planeta por las acciones del hombre, que no solo destruye el habitat humano, lo hace también con todos los habitats de las especies animales y vegetales.
  2. Producto de lo anterior, por la falta de agua y consecuente sequía, la pobreza, la minería y otras acciones humanas, que generan las forzadas migraciones de millones de seres humanos y sus trágicas consecuencias.
  3. Las guerras, los gobiernos dictatoriales, la pobreza, las enfermedades, la inequidad, la avaricia y otras causas que obligan a emigrar.
  4. El tráfico de niños, su prostitución y extracción de órganos, así como las mismas acciones con los adultos. Esto convierte al ser humano en un animal más de transacciones para enriquecimiento, placer y otros en beneficio de unos pocos, demostrando, una vez más, la barbarie de ciertos seres humanos y su infernal y malévolo accionar. En resumen todo esto y otras acciones se consideran bajo el efecto globo.

El corona virus evidencia que sin una cooperación mundial entre todos los paises, no podremos combatirlo y vencerlo. Hemos reaccionado como planeta en la búsqueda de la solución. Así el virus nos sacude y obliga a coordinar acciones, estudios y soluciones conjuntamente a nivel mundial.

Este accionar nos obligará tarde o temprano a actuar en los otros temas de cada numeral antes indicado para salvar a nuestro planeta sin distinción de razas, religiones y otras consideraciones, que en lugar de vernos como enemigos, vernos como parte de la riqueza de la diversidad; y que ésta ultima, probablemente nos de las soluciones planetarias que tanto necesitamos.

Que Dios nos ilumine y proteja en esta nave planetaria, en que viajamos al infinito en el universo en el que vivimos todos para alcanzar en armonía, respeto y colaboración, vencer al corona virus y solucionar los otros problemas antes mencionados.

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León, el hombre en el deporte

Conocí a León Febres Cordero en su faceta más pura y quizás la menos explorada: la del hombre que hizo del deporte una pasión. En una charla sostenida hace algunos años me contó:

“Yo fui deportista, jugué fútbol como todos los muchachos guayaquileños, fui jugador de pelota de trapo en las calles, junto a mi hermano Nicolás que fue mejor jugador que yo, y a mi hermano Agustín que fue el mejor de todos al punto de haber sido titular en el Patria con cuya divisa alcanzó el campeonato de Guayaquil, cuando se jugaba el torneo de la Federación Deportiva del Guayas y no había llegado el profesionalismo. Yo era estudiante excelente, muy indisciplinado, pero me gustaba la cultura física. Hacía pelota de trapo en las calles de mi barrio, boxeaba, levantaba pesas, estuve en el equipo de gimnasia olímpica de la universidad en la que estudie en Estados Unidos, pero no tuve la voluntad de ser estrella. Será porque me di cuenta que no tenía los dones especiales que se requieren para llegar a serlo”.

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