Los comisionados lobistas en medio de esta escasez de dinero en la caja fiscal y haciendo malabares para reunir en efectivo porque los honorables no aceptan transferencias, lograron “convencer” a los suyos para que votaran por el recetario neoliberal del FMI. A los otros era cuestión de perdonarles impuestos y por ahora no tocar sus fortunas ni aquí, peor en los paraísos fiscales.
A las bisagras, es decir a los asambleístas independientes, su tajadita en cuotas provinciales de poder y… ¡listo!, armada la mayoría.
Pero había que cuidar los votos hasta el último, porque unos amenazaron con irse a lado de la dignidad, otros más pragmáticos, exigieron mejor troncha en embajadas , consulados o en unidades médicas.
Tres y cuatro postergaciones del Pleno, se salían al baño no por las próstatas sino a negociar, no había cómo instalar, a ratos se salían de control y no cuadraban los números, no daban los votos.
Hasta que, por fin, humo blanco, votación señores.
Chuta, con las justas. ¡Qué alivio para lentejas y lenteceros? funcionó la mujer del maletín, como dice la Asambleísta Cristina Reyes en su denuncia a la Romo , funcionó el reparto de hospitales en plena pandemia. Así se aprueban las leyes ecuatorianos y ustedes siguen escopolinados. Miren mi video ¡Trabajen vagos ¡