La reflexión popular sobre la inextinguible riqueza del país hace erradamente pensar que la misma, por sí sola, sería siempre suficiente para convertirnos en un país próspero. Sin duda, el Ecuador se constituye de un conjunto de tangibles patrimoniales cuyo valor sobrepasa lo cuantificable y así el axioma resulta irrefutable. Sin embargo, para efectos técnicos y de mercado, el PIB* del país representa su capacidad anual de producción y consumo de bienes y servicios, símbolo de su riqueza y de la estructura gubernamental detrás de ella. El tamaño de su economía se conforma primordialmente por la exportación de commodities sin valor agregado. Es decir, el país extrae y exporta, sin que dichos productos sean transformados de alguna manera generando empleo y produciendo ingresos adicionales.
El Ecuador es un país básicamente de orden primario, pero requiere desarrollar una industria secundaria (manufacturas) y terciaria (servicios) para equiparar su riqueza con la valoración de la misma. El modelo exportador vigente, preponderante motor de su economía, no ha variado en los últimos 40 años y no cambiará en el mediano plazo. El país puede valer mucho en la apreciación de sus connacionales, pero exporta bienes producidos igualmente por otras naciones y no comanda sus precios. Riqueza no es valor y la competitividad requerida para generarla depende de la idoinedad de los agentes políticos dentro de su sistema económico, la vigencia de una vigorosa institucionalidad, y la culturalidad y disciplina de su gente.
Totalmente cierto. Puedes ser potencialmente rico, lo cual es subjetivo. Pero lo objetivo, medible y al final de cuentas administrable es otra cosa. Es lo que realmemte produces EN LA REALIDAD.
Veo que has sustituido los mensajes semanales por trinos de tu cuenta twter. Me pares bien por comentas casi al unísono de lo que se ha producido. El Ecuador merece mejor suerte, lastimosamente la clase política no se preocupa de eso sí no de su conveniencia. En 1983 cuando era Director de Finanzas en el Litoral y tenía que manejar los depósitos industriales, propuse que el incentivo tributario sea en función del componente nacional. No me pararon bola. Así es este país mi estimado Gonzalo