La inversión extranjera, no ha sido el fuerte de los negocios del Ecuador con países o empresas extranjeras, más bien, en la “Década ganada”, se dió el éxodo del Capital ecuatoriano al extranjero.
El ex Presidente Correa, ideológicamente contrario a la empresa privada y a los empresarios ecuatorianos, les creo a sus empresas, tasas y sobretasas, con las que muy difícilmente, por no decir imposible, podrían competir con nuestros vecinos, del Norte y del Sur, mucho menos con países más lejanos.
En el Ecuador, incluso se llegó a dificultar tramitológicamente, la inversión extranjera y hasta gravar la inversión extranjera en el país, un absurdo!!!. Se grabó la repatriación de utilidades al exterior, con lo cual se desmotivó a los capitalistas extranjeros, a invertir en el Ecuador.
Europa, en especial, ALEMANIA, fue el continente y país, respectivamente, que más invirtió en Sudamérica, especialmente en BRASIL y en el PERÚ. A su vez, CHILE invirtió grandes SUMAS DE CAPITAL, en el PERÚ, que abrió las puertas al capital extranjero sin restricción alguna. El Perú, creció, por décadas seguidas un 10% anual. En la actualidad crece a un ritmo del 5% anual.
La mayor inversión extranjera en Colombia, la hizo los EEUU de América (USA), y en segundo orden en Panamá y en Costa Rica. Por tener todos ellos, (países), políticas abiertas para atraer, el Capital extranjero.
Mientras en la década del 2007, al 2017, la inversión extranjera en el Ecuador, fue a duras penas de $600 millones, en Colombia y en el Perú, la inversión extranjera estuvo por encima de $25.000 mil millones, en cada uno.
Con la llegada al poder del Presidente Moreno, se dio un giro en las relaciones exteriores con los EEUU, y con ello, mejoraron significativamente las relaciones comerciales entre ambos países, pero no superó las propias expectativas de sus Ministros, en sus respectivas Carteras de Estado.
El ex Ministro de Comercio Exterior, Pablo Campana, en el ejercicio de su cargo, anunció que en 5 años los contratos de inversión serían de $10.000 millones, incluso indicó que podrían llegar a los $15.000 millones. Lamentablemente, en los 2 primeros años de Gobierno del Presidente Moreno, sólo se lograron $2000 millones, lo que significa, que, en los 2 siguientes, se invertirian $8.000 millones, cifra que resultaría por demás optimista.
El Ministro de Producción, Comercio Exterior, Inversiones y Pesca, Ontaneda, indicó que en el 2018, se lograron contratos de inversión por $880 millones, y en el 2019, fueron $1.200 millones, que sumados, significaron unas 15.000 plazas nuevas de empleo. (Ref: Diario Expreso del 1er. día del mes Junio del 2020.)
Según información del Diario El Universo, el crecimiento de la Inversión extranjera en el Ecuador aumentó en un 130% en el 2019, en comparación con el año anterior.
El Gobierno ecuatoriano se plantea crecer el 80% con relación al año 2019, con inversiones frescas en el 2.020, de $2.000 millones. Como referencia, de la confianza en el país, 76 empresarios firmaron contratos de inversión entre en el año 2.018 y el 2019. Empresarios que fueron premiados, con sendos y públicos reconocimientos.
En el 2018, se suscribieron 23 contratos, por $883,7 millones, que generaron 3.275 plazas de empleo y en el 2019, se aprobaron 53 nuevos acuerdos por $1,1 millones, con los que se proyecta la apertura de 6.902 trabajos.
En el discurso, del Presidente Moreno, el 24 de mayo del presente año, en su Informe, a la Nación, NO hizo referencia, a CIFRAS de la inversión extranjera en el país, pero sí hizo alusión a una empresa X , que asumirá las instalaciones del Cable submarino, desde USA al Ecuador, con un ramal que llegue hasta las Islas Galápagos. En realidad, esa no es la típica inversión extranjera que conocemos, eso más bien suena a “concesión”, extraordinariamente lucrativa para quien la obtiene. No se conoce el modo como se la seleccionó, ni el tiempo de concesión. Bien podría ser, por decir algo, quien sabe, si no es una presunta empresa, del Ing. Glas, o de su tío, o del ex Presidente Correa, o de cualquier corrupto de los últimos tiempos, con otro nombre?).
“Abramos las manos a la inversión extranjera, pero no las piernas”, dijo hace muchos años, (quizás 40) el Econ. CORSINO CÁRDENAS, en ese entonces Secretario Ejecutivo de la C.A.F., en una reunión de empresarios guayaquileños, en el Auditorio del Guayaquil Tenis Club, a quienes los exhortó, no tenerle miedo a la inversión extranjera, o a los empresas extranjeras, que se radicaban en el Ecuador.
El Gobierno de ese entonces, le puso trabas (trámites) y gravámenes a la Inversión Extranjera. El ánimo era otro en esa época en el Ecuador, para garantizar el mercado ecuatoriano, a la Industria Nacional.
Hoy la realidad de las empresas ecuatorianas, es distinta. La mayor parte de las empresas industriales privadas del Ecuador, son sociedades con accionistas mayoritarios extranjeros, o dueños de la totalidad del capital social de tales empresas, manejados por los mismos Gerentes Generales, que eran excelentes ejecutivos, pero, no podían competir, en costos, para su exportación o en el mercado nacional, -la mano de obra en el Ecuador es cara- y, por el contrabando.
La mentalidad de los empresarios también cambió, y están dispuestos a competir. ¿Como? mejorando sus productos, su empaquetamiento y siendo más eficientes.
Las reglas con la competencia extranjera están dadas. Pronto firmaremos el T. L. C. con USA y seremos miembros de la Alianza del Pacífico y hace años somos miembros de la CAN, (Comunidad Andina de Naciones).
Ojala nuestros empresarios sepan enfrentar las consecuencias, de esas competencias, cuyas naciones nos llevan lejos, en años de experiencia y en calidad, en productos NO primarios. Y salgamos adelante.
La inversión privada nacional o extranjera no llega a países con déficit fiscal.
Tampoco créditos blandos.
El mayor exportador de piña, DOLE, cuando subió al poder el delincuente del Atico ordenó a uno de sus empleados que coseche lo pendiente (3000 Has,) y embarque todas las maquinarias a un país centroamericano afirmando algo así como «no le doy un centavo a este comunistoide ·$%»@*?»
Como ecuatoriano, no me queda otra alternativa que seguir bregando «contra corriente» pero pensar que las inversiones llegarán a un país podrido hasta las heces, con estupideces como el 5% a la salida de divisas, con leyes laborales elaboradas en contra del empleador y con una delincuencia claramente correista que goza del beneplácito de una justicia que destila odio y mugre.