21 noviembre, 2024

La cloaca

Nuestro país se ha convertido en una gran cloaca nacional. Un estado lleno de olores nauseabundos donde todo apesta.

Somos un menjunje conformado por una fétida podredumbre donde viven enquistados los peores parásitos de la especie nacional.

Esta inmensa cloaca no se ha hecho por sí misma.

Es la consecuencia de la depredación cometida por verdaderos atracadores profesionales, que han devorado sin misericordia las entrañas de lo que hoy todavía nos queda de nación.

Los políticos han transformado a nuestra república en el país más corrupto del planeta.

Devoradores insaciables, han descuartizado con sus garras a todas las dependencias del estado.

Desde la más alta cabeza, hasta el empleado más insignificante, pueden ser corruptos.

Da repugnancia ver como en cualquier noticiero de televisión, el noventa y cinco por ciento de las noticias son sobre alguna pillería cometida o sobre cómo se han constituido las falsas empresas que mañosamente han sido forjadas para tercerizar los robos.

Vemos de presidentes de estas empresas fantasmas a choferes, testaferros o ciudadanos pobres que con sus firmas de testaferros han hecho posible la constitución de estas mentirosas compañías para cometer los robos.

Hospitales, prefecturas, alcaldías, ministerios, contratistas, juntas parroquiales, Etc. todos están involucrados en la corrupta danza para robar miles de millones de dólares de nuestro bolsillo.

Son tan sinvergüenzas, que encima de ser los ladrones que se han engullido a nuestro país, todavía tienen la cachaza de decir públicamente que ellos cuidan el dinero de los pobres de la patria.

Todos estos demonios existen solo porque nosotros lo hemos permitido.

Los verdaderos culpables del robo en nuestra patria somos todos.

Con nuestro voto falsamente democrático, legalizamos los atracos y permitimos que los rateros nos roben.

Es cómodo quejarse frente a una computadora o un televisor.

Es fácil decir que todos son ladrones y mientras a mí no me toquen, no me meto en nada para no tener problemas.

Los ladrones tienen una participación activa en el robo de la patria.

Los quejosos tienen una participación pasiva en el robo de la patria.

Tanto los activos como los pasivos son corresponsables del atraco nacional.

Los unos por hacerlo y los otros por dejar hacerlo.

Para que esto no suceda debemos hacer dos cosas:

Lo primero es meter en la cárcel a todo el que nos haya robado, sea como autor, testaferro o cómplice de cualquier patraña.

La impunidad es el caldo de cultivo de los choros.

Todo funcionario público debe ser auditado por la contraloría general del estado.

Tienen que hacerle una auditoría forense para relacionar el valor de sus bienes contra el sueldo que perciben.

Conozco funcionarios públicos que tienen grandes yates y ganan tres mil dólares mensuales.

Lo segundo es efectuar una radical reforma del estado.

Si cambias a las personas pero sigues en el sistema, los resultados serán los mismos de siempre.

Las provincias deben convertirse en estados federados.

Deben tener autonomía política, administrativa y económica.

Las leyes deben ser drásticas contra los pillos.

La educación sin demagogia para nuestro inculto pueblo, es una necesidad prioritaria para que no se le pueda manipular su voto.

Hemos hecho del Ecuador una cloaca.

Unos activamente, otros pasivamente, todos somos corresponsables del desaguadero en que se ha convertido la república del Ecuador.

 

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4 comentarios

  1. Y porque no dices directamente, que no hay esperanzas….porque estamos sumergidos en el Quinto Anillo del Infierno de Dante, con la mierda hasta el cogote, en lo que a mi se refiere, no soy corresponsable….yo di todo lo mío, mientras fui joven , pues siendo estudiante, tumbabamos gobiernos Dictatoriales…sean Militares, o Civiles( ej. Junta militar, o Velasco Ibarra), fui alumno del VR., y del Borja Lavayen( municipal), LA JUVENTUD ,esta dormida, pensando en REALITIS, o algún Degenerado Sexual, que les de dinero sin trabajar. ..es mi modo de pensar. VIVA MI PATRIA. !!!!!!.

  2. Siento una profunda impotencia y confusión a la vez porque ya empiezo a tener vergüenza de decir soy ecuatoriana. Es mucha la pus que hay por dónde se mira. No ha de ser que seamos culpables los que sufragamos. Yo diría que el sistema está podrido y que el único que puede salvarnos es Dios. Las personas que son electas no son escogidas por el pueblo sino por el. CNE y nuestras voluntades ya no cuentan. De la misma forma todos los ladrones que se encuentran en los cargos públicos están casi en su totalidad corrompidos a vista y paciencia de los jefes superiores.

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