Son las 2 mas grandes instituciones y las más emblemáticas de la ciudad de Guayaquil: La Junta de Beneficencia (JBG) y SOLCA: (Sociedad de Lucha contra el CÁNCER).TODAS LAS DEMÁS, FUERON DESTRUIDAS O ABSORBIDAS POR EL GOBIERNO CENTRAL EN EL GOBIERNO DEL EXPRESIDENTE CORREA.
Ambas entidades, son privadas y reciben un mínimo aporte del Estado.
La Pandemia, les ha dejado, graves signos de desfinanciamiento interno, por cuanto, el juego de “La Lotería Nacional”, se suspendió por 3 meses, con cuyas ganancias, la Junta, financia sus hospitales, centros de estudios primarios y sus servicios sociales a los habitantes pobres de la ciudad de Guayaquil y del país.
El 5 de julio, iniciará sus tradicionales sorteos de dinero y sus “raspaditas”. Han sido entonces 4 meses de para, para que pesan mucho en cualquier economía privada y empresarial.
SOLCA, no se queda atrás, en su afán de servicio a los enfermos incurables de CÁNCER, a nivel nacional, cuyas actividades los financiaba con porcentajes que recibía de las operaciones de crédito de las Entidades Financieras privadas del país.
La infame Ley -recientemente aprobada por la A.N.- ya vigente, de “AYUDA HUMANITARIA”, que de humanitaria no tiene mucho y mucho si, de MALVADA, le suprimió este aporte porcentual que recibía del sector crediticio privado -asi nomas-.
Ley INFAME, que afecta junto con leyes y criterios interpretativos de carácter laboral, que llevaran a la quiebra, a empresas particulares con un buen número de empleados, que ante la situación de para -3 a 4 meses- sin ingresos, pero con fuertes gastos fijos y deudas, los llevará irremediablemente a la QUIEBRA.
Por otro lado, no tienen cómo pagar las indemnizaciones por despido, que inicialmente el proyecto de Ley, permitía por razones de la PANDEMIA, y que después se cambió, aprovechando la oportunidad del VETO PRESIDENCIAL, que quiso evitarlo inicialmente, pero que, la A. N.(ASAMBLEA GENERAL), desecho parcialmente ciertos aspectos del veto y empeoró la situación de los empresarios, que actuaron como les permitía la Ley, y que al cabo de un mes, dispuso todo lo contrario, en cuanto al causal de despido, por imposibilidad económica, del empresario, que redujo su plantel de empleados, para no cerrar la empresa y sostener al resto de empleados u obreros.
Pues ahora, con las “leyes interpretativas”, de este artículo del Código de Trabajo, ahora si quebrarán, como consecuencia de los cientos de juicio laborales que soportará el empresario. Terminarán entregando la empresa, la cafetería, la gasolinera, el supermercado, el hotel, el hostal, o establecimiento comercial, como dación en pago, a sus ex empleados demandantes, o pagándoles en bienes muebles, con bancas, por ejemplo Las escuelas o colegios privados, con mostradores, vehículos o artefactos eléctricos, camas o vajillas, los demás.
De repente, el “Gobierno del Diálogo, el Gobierno de las buenas intenciones, el Gobierno que iba destapando “las ollas de grillo”, dejadas por su antecesor en el cargo, está siguiendo las mismas mañas de su ex-binomio, en su primera presidencia, dejando a su paso un reguero de negocios quebrados, cientos de miles de desempleados, déficit monstruoso en su Presupuesto General y con grandes deudas que pagar en el exterior.
El próximo Presidente del Ecuador, deberá tener los conocimientos financieros de los grandes Maestros de la economía pública, del pasado no lejano, o de un Premio Nobel de Economía, para sacar al país del fondo del pozo, donde ha caído, con muy pocas oportunidades de salir por sí solo.
Pero, soy optimista y creo que al igual que ayer, el pais tendra un nuevo Presidente que tenga la inteligencia suficiente para decirles a los ecuatorianos “SI SE PUEDE”, una y otra vez más.
ECUADOR ES COMO EL CORCHO, SE HUNDE, PERO SALE A FLOTE.