Albert Einstein dijo que si para solucionar un problema, repites la misma estrategia que has venido haciendo para solucionar el problema sin solucionarlo, el resultado será siempre el mismo y no solucionarás el problema.
Si aplicamos este axioma hacia el futuro de nuestro país en sus próximas elecciones, el resultado será el mismo.
Las causas por las que el Ecuador no saldrá adelante son tres:
- Quienes nos pretenden gobernar son los mismos políticos de siempre.
- El marco jurídico en que se desenvuelve el país es el mismo.
- Las instituciones encargadas de controlar el manejo del poder, son las mismas.
Los políticos son una mafia de pillos que ha destruido a la patria.
Son los auténticos depredadores de los recursos de nuestra nación.
Son unos verdaderos magos de la economía, ya que con sueldos ínfimos, han logrado acumular incuantificables fortunas y bienes materiales que resultan inalcanzables para un ciudadano común con su salario.
Su patrimonio ha sido conseguido con el mal uso de las prebendas que les otorga el poder.
Lo han logrado con las cuotas políticas que se les ha asignado y son las que les permite mediante negociados con sobreprecio, sacar ventajas económicas insospechadas para su propio beneficio.
La asociación ilegal con los contratistas del estado, mediante la participación de falsas empresas que actúan como terserisadoras, les ha permitido robar nuestro dinero para convertirlos en poderosos millonarios que gracias a la impunidad que les otorga la corrupción del sistema, son los únicos ecuatorianos privilegiados en este país.
El sistema político en el uso del poder es corrupto.
El marco jurídico con el que se maneja el Ecuador es obsoleto.
El mal uso del poder solo ha servido para perpetuar en el uso del mismo a quienes nos gobiernan, manteniendo como siempre las mismas y eternas carestías sociales de los más pobres.
El sistema perverso ha sido el que les ha permitido a quienes se han beneficiado de la corrupción emanada del mismo, mantener en la pobreza, ignorancia y la mendicidad al pisoteado, desprotegido y hambriento pueblo.
Las demagógicas soluciones faraónicas de la construcción de carreteras y hospitales fastuosos por ejemplo, solo esconden la corrupción y el enriquecimiento sin medida del político de turno.
Mientras las instituciones encargadas del control de este poder sean socias de los políticos corruptos del sistema, la impunidad será la ilegalidad legalizada que facilitará la corrupción.
Si los que tienen que controlar son asociados de los que deben ser controlados, todo se trata de un tongo dentro del sistema de impunidad corrupta que protegerá por siempre a los ladrones.
Los que juzgan a los denunciados y los denunciados son lo mismo.
Las instituciones que controlan el uso del poder son socias en las pillerías de quiénes deben controlar.
Todo el sistema está corrupto.
Políticos, marco jurídico y quienes deben controlar, son parte de la corrupción del sistema.
Hay veinte y seis candidatos presidenciables que responden a las distintas tendencias ideológicas y todas tienen el mismo apetito de poder.
En definitiva, lo que quieren es tener el control del poder para sí mismo y lo que queda para dar algo a los demás.
Yo sigo diciendo que necesitamos que nos gobierne alguien diferente.
De lo contrario todo será más de lo mismo con los resultados de siempre.
Correcto. Pero…¿quien le pone el cascabel al gato?