¡Lo que abunda en este país, son los discapacitados morales! ¡Hecha la ley, hecha la trampa! ¡Definitivamente, este es el país de los sapos! No es posible que el Gobierno piense o elabore una ley para ayudar a un grupo vulnerable, que eso basta para que media población se considere vulnerable y consiga las pruebas de vulnerabilidad, para gozar de los privilegios. Comienza por los que hacen la ley, rápidamente se suman los que trabajan en el Gobierno, los Asambleístas, Jueces y los amigos de las dignidades, ya que son los primeros en enterarse de este nuevo agujero por donde se puede sacar provecho (robar) al Gobierno.
Ahora el Ecuador está lleno de discapacitados: sordos, ciegos, mudos, cojos, mancos (en realidad, discapacitados morales), porque así, se pueden importar carros y otros artículos sin pagar aranceles, obtener rebajas en el pago del Impuesto a la renta, rebajas en las plantillas de servicios básicos y varias ventajas más. Todo el mundo piensa que sólo los pendejos son los que pagan impuestos al Gobierno, que los sapos saben “aprovechar” las ventajas, y que las leyes y los impuestos son para los tontos.
Después de todo, si ven el ejemplo de los que están en el Gobierno, que traen contenedores de muebles y otros enseres (incluso autos), cuando regresan al país, ¿por qué ellos no lo van a poder hacer también? Sobre todo, si tienen amistad (o pueden sobornar) al que está a cargo.
Una de las grandes ventajas de los “amigos” del Gobierno, es ir a una Embajada o Consulado, como “premio”. Recibe sueldo y vive del Gobierno por 3 o 4 años y al regresar se viene comprando todo el mobiliario para la casa y un auto cero kilómetros.
De acuerdo con lo que publica el Gobierno, las exoneraciones para los portadores de carnet de discapacidad, solamente en importación de automóviles en dos años, suman $66,21 millones de dólares. Es decir, le han robado al Estado esa cantidad de dinero.
Ahora querrán justificarse, pagando para que les den certificados y con un poco de “aceite” (como siempre es factible hacerlo), lograr que “aquí no ha pasado nada” y al final, “la vida sigue igual”.
No solamente sería de cobrarles los aranceles no cobrados, sino además una bien jugosa multa (el 50% de lo que pretendió estafar al Gobierno) por intentar defraudar al fisco (y publicarse el dato para asegurar que se cobre). ¡Además, deben ser señalados como estafadores al fisco! Y si la persona que quiso estafar al fisco tiene algún cargo o dignidad, en cualquier puesto del Gobierno, debe ser sacado del mismo, y no poder volver a ocupar otro puesto público por un periodo de 20 años, y si es reincidente, nunca más.
Estos pillastres creen que eso no es robo, sino “sapada” o “ser vivo”. Este país está lleno de sapos muy discapacitados morales.
Que buen comentario, muy acertado, para que escuche Lardín, Litardo y Judicatura, no les digo que vean porque son ciegos y mudos, verguenza ajena siento por estos desnaturalizados funcionarios corruptos.
Los autos deben ser decomisados, los impuestos a la renta deben ser pagados a los porcentajes correctos, multa en ambos casos, eliminación de por vida de actos políticos y deben ir a la cárcel por usurpación del dinero de los Ecuatorianos. Así de simple, pero difícil ya que el gobiernos y jueces tienen rabo de paja.