Como católico que soy, creo que el Ecuador, logró un excelente Convenio -llamado CONCORDATO-, con el que se adelantó a muchos países del mundo.
Convenio, que lo firma con la Iglesia Catolica, Apostolica y Romana, (SANTA SEDE), en tiempos del PAPA PÍO IX Y EL GOBIERNO DEL DR. GARCÍA MORENO, que puso las “cosas” en su lugar: Ni el Estado, interviene en los “asuntos eclesiásticos”, ni la Iglesia Católica, en los asuntos del Estado ecuatoriano.
Los OBISPOS, que conforman la Conferencia Episcopal, son los representantes de la Iglesia Católica en cada provincia ecuatoriana, donde tienen esa Dignidad Eclesiástica y como tal, está formada por hombres -sacerdotes- muy inteligentes y muy BIEN ENTENDIDOS en materia de fe, de Religión, de Filosofía, de Ciencias Físicas o Químicas y de más, que recomiendan a los Gobiernos de turno, en cada país de América, su criterio académico, científico y religioso.
No hace muchos años, Un respetable Obispo español(+), mantuvo serios enfrentamientos verbales a distancia, con el exPresidente Correa, por aquello de proteger la vida del que está por nacer, desde la concepción misma de este nuevo ser. Adicionalmente, la Iglesia Católica, se han opuesto permanentemente al absorto -Tesis Papal de Francisco, que se mantendrá por muchos años-. Reiterando además que el matrimonio es, entre un hombre y una mujer, única fórmula para la continuidad de la especie humana, frente a cierto grupo miniritario ecuatoriano que apoyan lo contrario. Lamentablemente numerosos en USA y en ciertos países europeos.
Cómo, exalumno del Colegio Javier de Guayaquil, fundado por los Jesuítas, me he adherido y me adheriré siempre, a estos criterios de la Iglesia Catolica.
Con estos antecedentes, considero que a la Conferencia Episcopal, o mejor dicho, algunos de sus miembros minoritarios, se les fue las mano y han caído en la politización y se han permitido opinar sobre aspectos inherentes a los asuntos del Estado ecuatoriano.
Le han solicitado al Presidente de la República, la RENUNCIA del Ministro de Salud, el Dr. Juan Carlos Zeballos, por no admitir, un determinado producto, -un compuesto con cloro- que supuestamente el M.M. de Salud, ni el COE Nacional, lo consideran inconveniente para controlar o prevenir el contagio del Coronavirus.
La propia PUCE, -la Pontificia Universidad Católica del Ecuador- ubicada en Quito, los contradice, corroborando con el COE. NACIONAL y el M.S.P., sobre su inconveniente utilización (???). EN LOS HUMANOS.
“Cosa de Locos”, diría J.J., en la serie de televisión de uno de los últimos de los “CAPOS” de la droga, mano derecha del famoso dueño de la Cocaína, en Colombia,(+), que enfermaba a la juventud de todos los países de AMÉRICA, de Europa y otros países del mundo.
“Al pan, pan y al vino, vino”. Lo que es del Estado es del Estado, lo que es de la Iglesia, es de la Iglesia.
Lo dijo Jesucristo, en su oportunidad: “Dad al César lo que es del César y a Dios, lo que es de Dios”.
Resulta extraño por decir lo menos, esta postura política de ciertos miembros de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana, sobre todo, estando tan próximos a las elecciones presidenciales.
El Arzobispo de Quito, o el Representante del Papa Francisco en el Ecuador, tienen la palabra.