22 noviembre, 2024

Un modus vivendi

Si nosotros queremos en verdad salvar el país, debemos cambiar muchas infraestructuras, y la más importante para el cambio, es la de los partidos políticos.

Analicemos lo que hacemos: 1.- Para lograr igualdad entre todos los candidatos, el Gobierno le da a cada candidato dinero para la promoción de sus candidaturas. Incluso ya estamos viendo algunos sinvergüenzas que quieren ser candidatos y no hacen propaganda, sino que se quieren embolsarles dinero que les da el Gobierno. 2.- Cada partido político es un saco de ratas (con pocas y honrosas excepciones). La ventaja de pertenecer a un partido político es de dos tipos: a.- Ser candidato a algo b.- Lograr, por mi actividad en el partido (no por mi capacidad), entrar a trabajar en cualquier puesto del Gobierno. 3.- Poder recomendar a fulano o a mengano, para cualquier cargo. 4.- De acuerdo al grado de amistad, recibir posibilidades de hacer negocio con el Gobierno, con ventaja. 5.- Si entro a un concurso (de cualquier tipo), saber, antes de entrar, que ya gané.

Lo estamos viendo en cada momento. Si por casualidad alguien sale de un puesto de Gobierno, automáticamente las personas que él puso a trabajar salen, y entran a laborar personas amigas de la persona que ocupa el cargo ahora. Es decir, no se escoge a la persona por su capacidad, sino por la relación, la amistad o la militancia.

Hemos visto, en las declaraciones de Reyes de las FARC, como ese grupo apoyó la candidatura de Correa. ¡Poderoso caballero es Don Dinero! ¡y el dinero es la fuente de la corrupción!

Desgraciadamente el ser humano es proclive a buscar ventajas, y mientras más sapo es, más lo hace, porque sabe que lo va a lograr. El problema principal, la corrupción, está infiltrada muy adentro de los partidos políticos. Vemos cómo los Asambleístas votan a favor de las pillerías. ¿Alguien puede creer posible que voten en contra de la justicia o del control? Si eso puede hacer que luego los puedan agarrar, votan en contra. ¡Primero YO! El ciudadano común quiere justicia. ¡Ellos no! Ellos buscan sus conveniencias y conseguir todas las ventajas que puedan lograr. Ya vemos la segunda ola de desafiliaciones que se viene a Alianza País. Si este partido ya no me va a dar ventajas, abandono el barco que se está hundiendo y me trepo a otro.

¡Las ratas abandonan el barco! Y las primeras son las que ya están mamando, porque son las que más enteradas están. ¡Ellas no esperan porque son las más sapas!

Los partidos políticos son el engranaje de la corrupción. Si queremos eliminar la corrupción, debemos comenzar por eliminar los partidos políticos. Saque usted a unas pocas personas idealistas, honestas y honradas (muy pocas, por cierto), y lo que queda son aprovechadores. Hay incluso varios “mareistas”, que surfean muy bien en la política y buscan estar siempre en la cresta de la ola.

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Para hablar del matrimonio, como sacramento espiritual que fue santificado y bendecido con la presencia física del Señor Jesucristo y su Santa Madre María en las Bodas de Cana, necesariamente tenemos que referirnos a la importancia y la centralidad de la familia, en el orden de la persona y a la sociedad, que está dependiente y subrayada en la Sagrada Escritura:

“No está bien que el hombre esté solo”(Gn.2,18). A partir de los textos que narran la creación del hombre (cf. Gn.1, 26-28; 2,7-24) se nota cómo-según el designio de Dios-la pareja constituye “la expresión primera de la comunión de personas humanas” (Concilio Vaticano II, Const. Gaudium et spes, 12:AAS58 (1966) 1034).

1 comentario

  1. completamente de acuerdo con su reflexión. Solo agregaría la trayectoria de muchos políticos que ejercen su carrera por muchos años y sin ser productivos, solo seguidores ciegos de su líder de turno, amasan fortunas sin justificaciones de ingresos económicos sustentables.

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