Amor significa colocar la propia felicidad en la felicidad de otros.
La Bondad es lo que importa, pues es el bálsamo que pone un poco de suavidad en cualquier amarga llaga.
La Ciencia que se aparta de la justicia, más que ciencia debe llamarse astucia.
El ABC de pensamientos que encabeza esta reflexión, con las fechas de nacimiento y muerte, indican los años que nos distancia desde el nacimiento y muerte de los autores. En la misma línea, Aristóteles nació en el 384 y murió en el 322 AC y expresó: “El hombre es por naturaleza un animal político.”
Es claro que estos pensamientos y el de todos los grandes hombres y mujeres que marcaron y, podríamos decir, escribieron la historia de la humanidad expresaron en sus pensamientos que tienen vigencia en todos los tiempos, que los seres humanos de todas las culturas, razas, religiones o creencias estamos conectados todo el tiempo con la energía, que transmitida con el intangible hilo de la inteligencia, nos mantiene interconectados como seres humanos sin hacer diferencia alguna a las tecnologías de cada época y a lo que llamamos progreso.
Los grandes pensamientos nos marcan como especie humana desde que nacemos hasta el infinito sin importar épocas.
Los continuos avances tecnológicos, en muchos casos, han mostrado nuestro lado oscuro, convirtiéndonos en mutuos destructores de nuestras vidas y de las otras especies que habitan el planeta y la destrucción del mismo con nuestra continua contaminación, explotación.
Es probable que esas tecnologías avancen en todos los campos y lo que llamamos progreso, nos esté llevando a la destrucción masiva de nuestro planeta y con ella a la de la humanidad.
Podríamos llegar a ser, la generación del siglo XXI, la que terminó con la humanidad y con los grandes pensamientos y reflexiones de las mentes que los generaron, por cambiarla con la insaciable codicia del hombre. Esto lo vemos en las declaraciones que de algunos personajes y países que se expresan indicando, que se deben eliminar miles de millones de humanos en beneficio de otros, comenzando por los niños que los secuestran y los están sacrificando por sus órganos y como piezas descartables para los criminales que los utilizan en sus degenerados placeres sexuales.
Si no cambiamos estas nefastas formas de pensar y actuar, acabaremos con la verdadera humanidad civilizada, para convertirnos en monstruos exterminadores de nuestra propia especie y de nuestros pensamientos y valore,s que nos dejarán sin ningún hilo de conexión con los pocos que sobrevivan.
Vivimos para evolucionar y crecer en justicia y valores, no para retroceder, matarnos y acabar con la humanidad y nuestro planeta.