Las mejores políticas de estacionamiento tienen como propósito mejorar el sistema colectivo de transportación y procurar un mejor nivel de vida para los contribuyentes. Guayaquil tiene en el parqueo un monstruo por domar y debería emprender medidas concretas para desincentivar la aproximación de vehículos a sectores densamente sensibles como el centro de la urbe. Aumentar la oferta de aparcamiento ayudaría en el corto plazo a mejorar el ordenamiento y flujo vehicular, pero en el largo plazo no contribuiría a descongestionar el casco comercial, meta final en la aplicación de una política restrictiva del uso de automotores. Las vías son estrechas y la mayoría de los edificios, sin estacionamientos propios y sus pisos desocupados, continuarán en franca decadencia.
La progresiva pérdida de sus valores comerciales y el negativo impacto urbanístico son de competencia municipal. No es mejor la ciudad que tiene más parqueos, ni tampoco mayores restricciones; mientras más amplias y transparentes sean sus políticas, mayor también la aceptación ciudadana. Sin embargo, el infractor no puede cancelar valores en la ATM con tarjeta de crédito a menos que sea en diferido, aumentando la multa en 2%; el sistema impide que el pago sea corriente. Al parecer, el único tipo de política aplicada actualmente por el Municipio se basa en un arcaico sistema de parquímetros y cobros inadecuados; más allá de no emitir recibos, carece de diferenciación tarifaria por sectores y mínimamente cumpliría con las buenas prácticas urbanísticas.
Yo creo que cuestion de cultura, a la par con educacion
Como? No se habria que preguntarle a los expertos