Leí en el periódico una referencia en relación con un exguerrillero colombiano, que está de candidato o que salió electo. Creo que es muy importante conocer el pasado de los candidatos a cualquier dignidad popular. Lo que ha sido, dígase lo que se diga y dígalo quien lo diga, es lo que va a ser. El animal cebado busca siempre seguir comiendo igual. El dinero fácil, aunque es el que más rápido se va, es el que tiene más adeptos, e indudablemente, es el que tiene más personas atrás de él.
¿Qué puede ofrecer un exguerrillero, aparte de promesas? Analicemos un poco la situación: ¿cuál ha sido el modus vivendi de un guerrillero? Es un individuo que ha vivido soslayando la ley, buscando y sacando provecho del pánico que genera su presencia, Sabe que, al imponer su forma de obrar, se le abren muchas más puertas para ganar dinero fácil, que las que se abren al actuar decentemente. Las mañas del perro no se le quitan al cambiar de dueño.
¿Que puedes esperar de esa persona al llegar al poder? ¿Piensas que va a dialogar? ¿Que aceptará criterios diferentes a los suyos? ¡Me temo que más fácilmente encuentras al perdido hijo de Lindbergh!
¿Cuáles son las virtudes que debe poseer un candidato a una elección popular? Debe ser honesto, decente, con criterio firme, pero no violento, que escuche con empatía, que crea profundamente en la libertad, pero que no acepte el libertinaje, que sepa medir riesgos y tomar decisiones, que sepa elegir sus amistades y qué valore a las personas por lo que son, no por lo que poseen.
¿Cumple un exguerrillero con estas características? ¡Por supuesto que no! ¡Porque en ellos no hay amistad, sino complicidad! (debemos admitir que, en los momentos actuales, en el mundo, la mayor cantidad de políticos actúan más por complicidad que por amistad).
Es una tentación muy grande, ganar dinero fácil y sin trabajar y mucho más si se ha estado acostumbrado a hacerlo.
Un exguerrillero siempre va a buscar el dinero fácil y ¿habrá dinero más fácil que el de las arcas públicas?
¿Cómo se le quitan las mañas a un perro viejo? Hasta las vacas conocen el camino a su corral y van solitas al atardecer. Respeto a todas las personas, pero no se me ocurre dejar a unos ratones cuidando el queso, y dice el refrán que, en arca abierta, hasta el justo peca.
