21 noviembre, 2024

Vidas ejemplares

A Carlos, lo conocí desde niño. Lo conocí desde toda mi vida, vinculado como Ejecutivo, de la FLOTA MERCANTE GRANCOLOMBIANA. Una de las FLOTAS NAVIERAS MÁS GRANDES DEL MUNDO. Éramos, como país, socios minoritarios con Colombia.

Ecuador llegó a tener quizás unas 5 naves, recuerdo tres: el “Ciudad de Quito”, el “Ciudad de Guayaquil” y el “Ciudad de Cuenca.

La Dictadura Militar del Contralmirante CASTRO JIJÓN, la disgregó, para formar “TRANSNAVE”, que finalmente quebró.

Carlos, desde que recuerdo, ejerció el cargo de Subgerente General de la FLOTA MERCANTE GRAN COLOMBIANA, hasta su muerte.

Carlos fue casado con Matilde Vallejo Prieto, prima de mi abuela Ana Muñoz Vallejo, primas muy queridas, y los martes de cada semana la visitaban. Otro asiduo visitante, de los jueves, era mi tío Fco. Calderón Pérez y su esposa, mi tía, Ana Pérez Ruilova de Calderón Perez.

En aquella época, estaba de moda, la Filatelia, entre los jóvenes. El P. BOTA, del Cristóbal Colón, les transmitió a sus alumnos, esta afición, entre ellos, a mi hermano mayor. Cuando en 5to año, se cambio a la Academia Militar de Playas, heredé sus álbumes, estampillas y demás menesteres, y continue con la colección.

Le converse, un dia a Carlos, sobre mi interés en coleccionar estampillas y me indico que lo visitara en el lugar de su trabajo, un dia X, a tal hora. Ahi estuve, de inmediato me hizo pasar y me abrió el 3er cajón de su escritorio, repleto de sobres con estampillas, DE MUCHOS PAÍSES DEL MUNDO..

Carlos, cortaba los sobres y solo guardaba tales estampillas con el sello del país de origen. Tardíamente me enteré, que el valor de la estampilla se revaloraba, con el sello del país de origen.

Así, continue mis visitas a Carlos, una vez al mes, hasta que también deje de coleccionarlos y regale toda aquella colección, que me dejó mi hermano y la que yo amplíe con los años.

La Filatelia, forma el carácter y la disciplina, también la paciencia y promueve la amistad en el mundo con otros FILATÉLICOS. Una muy interesante afición. El Dr. Carlos Alberto Arroyo del Río, era filatélico de renombre.

Volviendo al tema de CARLOS, pocos días atrás, Pepita, su hija, junto con Cynthia, Rocío y Coca, se reunieron en casa de ella. Ahí, Pepita, se recordó con tristeza de su padre, pese a haberlo disfrutado 25 años de vida.

Yo, hice liga con Hernán Hidalgo, su esposo, un buen conversador y “matamos” el tiempo con uno que otro cigarrillo y un buen VODKA.

Viven en una de estas ciudadelas de la Av. Samborondón.

Mi sorpresa fue que en una villa contigua, estaba de visita el ex Presidente del Congreso Nacional, visitando a su buen amigo Alfredo Pinoargote, con quienes salude a distancia.

Que en paz descanse, esta maravillosa persona, gran ejecutivo, gran caballero, amante esposo y padre ejemplar.

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