Una vez que el Tribunal de Casación ratifico la Sentencia a los delincuentes involucrados en el Caso Sobornos 2012-2016, no se puede negar que el país sintió un gran alivio y que muchos consideraron como un día festivo maravilloso, donde la justicia volvió a brillar luego de más de una década de injusticias y atropellos.
La condena impuesta de 8 años y que se ejecutoriaría en los próximos días, es un hecho histórico por la pandilla que está inmersa en la condena. La caterva de rateros encabezada por Correa como su abanderado y Glas como su cachiporrero, así como una retahíla de delincuentes y delincuentas, debería ser un precedente que marque el inicio del juzgamiento de otros hechos delictivos que deben ser sancionados.
Han tenido que pasar muchísimos años para que los ecuatorianos volvamos a ver a una Fiscalía y Procuraduría haciendo un trabajo digno de reconocimiento. La labor de Diana Salazar y su equipo, así como de Iñigo Salvador, probando que el gobierno de Correa actuó como una estructura criminal que se dedico a extorsionar a empresarios a cambio de contratos de obras, es de sacársele el sombrero. Reivindica en parte a la justicia tan venida a menos.
Tampoco se puede dejar de lado lo realizado por los Tribunales que tuvieron a su cargo el juicio que determino la culpabilidad de la gavilla de rateros correítas. La presión sobre ellos, el billete que debe haber estado en juego y las amenazas de gente con una estructura mental mafiosa, ha de haber sido extraordinarias, como para dar temblequeadera a cualquier cristiano y ateo.
Lo que no deja de ser calamitoso es el hecho de que el Ecuador con una corrupción que escapa de los limites imaginables, no pueda poner tras las rejas a los forajidos que la acometen, ni recuperar los millones robados, debido a que fugan y refugian en países donde el bandolerismo es parte de una forma de coexistir; la excepción Bélgica, donde el capo criminal aplana calles cual orate sin rumbo.
Esperemos que con la misma viada que se tiene por el caso de los Sobornos, se investigue y judicialice los de: La deuda externa; Las refinerías de Esmeraldas, del Pacifico; Hidroeléctricas; Negociados con la venta del petróleo; Los recursos del terremoto; Atracos a la Seguridad Social, y tantos más que conforman la lista de los atracos del correísmo.
El criminal mayor viaja en avión propio, uno de esos «baratitos» de solo 50 millones de Dólares nomás, lo cual me lleva a reflexionar sobre algunas abismales diferencias que las hemos visto en este atribulado planeta. Me refiero al adiposo dueño y señor de Nor Corea que mandó a fusilar a un tío para eliminar el riesgo de que le haga «sombra» debido a su importante influencia política. ¿Y que decir del Jefe de las Fuerzas Armadas? fue fusilado por su «falta de respeto» al gordinflón. Se durmió por pocos segundos durante un discurso del susodicho.
Aquí en nuestra ínsula de paz se ROBAN 70.000 MILLONES de Dólares Y NO PASA NADA…!!!