“Tan corta como es la vida, aun la acortamos más por el insensato desperdicio del tiempo.” – Víctor Hugo
“Un minuto que pasa es irrecuperable. Conociendo esto, ¿cómo podemos malgastar tantas horas?” – Mahatma Gandhi
“Me interesa el futuro porque en él voy a pasar el resto de mi vida. “ – Charles F. Ketering
“El futuro es algo que cada cual alcanza a un ritmo de sesenta minutos por hora, haga lo que haga y sea quien sea”. – Clive S. Lewis
Los grandes pensamientos que preceden esta reflexión, nos marcan los parámetros para entender y tratar de orientar nuestro tiempo en estos tiempos de pandemia.
Las limitaciones de movilidad impuestas, los encierros, las pérdidas de trabajos, los cierres de negocios, escuelas, universidades y más procesos han puesto en nuestras vidas más horas disponibles y con ellas mucha incertidumbre, mucha ansiedad y desorientación, y lo más importante, mucho tiempo libre.
Este tiempo libre y el uso que hagamos de él determinara el futuro de nuestras vidas y de nuestros seres queridos, desde miembros de nuestras familias, amigos, ciudadanos y compatriotas.
Si nos quedamos recostados en hamacas, viendo la televisión o enganchados y casi obsesionados en las redes sociales, las computadoras o los juegos familiares o entre amigos, donde esto sea posible, nos obliga a preguntarnos a dónde vamos, qué estamos haciendo cada uno para encontrar una solución, no sólo personal y familiar, sino también comunitaria, qué haremos por nuestra ciudad, país y el mundo.
Son tiempos obligatorios de tratar de utilizar nuestra creatividad e imaginación en busca de soluciones. Es tiempo de capacitarnos y autoformarnos para tener más opciones, entender los cambios, aprender más sobre el uso de las nuevas tecnologías, hacer una lectura de lo que acontece para implementar negocios de acuerdo a las nuevas realidades.
Vemos que felizmente hay muchas iniciativas en este sentido, lo lamentable es que no generan tantos empleos ni ocupación a los que se han perdido.
Las nuevas tecnologías remplazan los puestos y empleos que antes se requerían. Por ello, lo primero es no perder el tiempo y formarse o auto educarse en estas tecnologías para no solo conseguir empleo, sino crear sus propios negocios y oferta de servicios.
No esperemos ni perdamos el tiempo esperando que los gobiernos nos solucionen todo y nos conviertan en sus esclavos, como muchos tiranos aspiran a hacerlo controlando sus países y el mundo.
No pierdas tu tiempo dilapidando tu único recurso para buscar soluciones. Lee, investiga, infórmate cómo los ciudadanos y pueblos del mundo buscan soluciones.
El desafío es enorme, si no hacemos algo hoy seremos sin duda, los esclavos de las tiranías en desarrollo a lo largo y ancho del mundo.
Tu tiempo bien utilizado se transforma en dignidad, libertad, ingresos, salud, y más, que determinarán tu felicidad, caso contrario, será tu esclavitud, amargura, frustración y pobreza.
Que Dios te ilumine a ti lector y a todos para encender la antorcha por una nueva humanidad.
La última esperanza de una humanidad feliz es la ciencia.
Roguemos a Dios que no caiga en malas manos.