22 noviembre, 2024

Ecuador necesita un «librepensador»

Nadie puede permanecer indefinidamente en el ejercicio del poder.

Solo un enajenado mental que sea sobre valorado de sí mismo y se crea dictador, puede pretender hacerlo.

Es tan perverso un dictador de derecha como lo es un dictador de izquierda.

Los regímenes ideológicos de derecha son malévolos porque solo priorizan el crecimiento del  capital.

Los regímenes ideológicos de izquierda son malévolos porque solo priorizan el resentimiento de la gente.

Lo ideal para la patria es que la presida un hombre que tenga una ideología universal para hacer que el dinero sirva para el desarrollo prioritario del ser humano.

Todos los extremos son siniestros.

Lo perfecto es el balance que da una visión pensada desde la mitad de las dos radicales diferencias.

Necesitamos un país que se encamine con desesperación a una producción masiva, para generar los capitales necesarios para que se pueda desarrollar primordialmente el ser humano.

El equilibrio social debe entenderse como la igualdad de oportunidades para el desarrollo integral de todos los ciudadanos.

Necesitamos un gobierno que brinde la misma oportunidad al que más tiene y al que menos tiene.

Los ecuatorianos deben tener la misma posibilidad de recibir salud, estudio, seguridad y libertad.

Debemos vivir en una nación donde no exista el miedo para decir lo que se piensa.

Un país de perfección ideológica donde se viva en democracia.

Cuando Cristo fue crucificado, estaba en la mitad de un ladrón a su derecha y otro ladrón a su izquierda.

Jesús estaba en el centro; Jesús era él centro.

Con esa postura simbolizó la unión de lo mejor que tenía el de la derecha y lo mejor que tenía el de la izquierda.

En el centro ocupado por Cristo confluyeron todas las tendencias ideológicas de la humanidad.

En el centro confluyen todas las ideas para lograr un perfecto equilibrio del pensar.

En el centro se genera la fusión de todas las tendencias.

Es un estado de consenso apolítico, donde las ideologías conviven sin la exclusión de las otras.

No podemos afirmar que estamos en una plena democracia, si odiamos a la tendencia ideológica que se nos opone.

Los gobiernos de derecha son dañinos porque dividen a la sociedad entre los que más dinero tienen y los que menos dinero tienen.

Su accionar está dado para que los que tengan más tengan más y lo que les sobre les caiga a los que menos tienen.

Los gobiernos de izquierda son dañinos porque dividen a la sociedad entre los que menos dinero y más odio tienen y los que más dinero tienen.

Su accionar está dado para que a los que tengan más dinero se les pueda quitar más, mientras que a los que tienen menos dinero tienen se les pueda generar más odio para que les puedan quitar más dinero a los que más dinero tienen.

La solución para los problemas de la patria es la independencia ideológica de quién la gobierne.

El presidente debe ver a la sociedad desde una visión ideológica universal.

Nos ha ido tan mal con los políticos, que debemos buscar un hombre ideológicamente diferente.

Debemos encontrar un patriota que tenga amor verdadero por la patria y pueda aglutinar lo mejor de todas las tendencias.

Necesitamos alguien comprometido exclusivamente con el bienestar de la nación.

Un ecuatoriano que no tenga la obsesiva ambición de perpetuarse en el poder.

El poder no es una meta; es un  medio.

Es una herramienta que se debe usar con humildad para el exclusivo beneficio de todos.

El líder que necesita la patria debe comprender que un pueblo sin educación, salud, trabajo y libertad, es un pueblo discapacitado en su desarrollo.

El presidente debe ser un ecuatoriano que no piense en sí mismo ni en su partido, sino en todos los ecuatorianos.

Alguien que no sea conflictivo para que nos pueda llevar hacia la paz que nos merecemos.

Alguien que sume voluntades y no que divida a la gente usando el odio.

Alguien que sin ser economista, sepa que la mejor receta para equilibrar las finanzas, es gastar menos de lo que se ingresa.

Alguien que no genere la violencia que se responde con violencia.

Alguien que no tenga argollas privilegiadas de poder.

Alguien que no viva para el permanente adulo de sus gárgolas depredadoras.

Alguien sencillo, humilde y transparente, que sea capaz de darle la mano al enemigo y que sea capaz de mandar sin contemplaciones a la cárcel a todos los corruptos.

No necesitamos al ecuatoriano más inteligente, sino al que tenga mayor sentido común para tomar las decisiones.

No queremos un sabelotodo que por su prepotencia se equivoque en todo, sino un pensante   cuya humildad lo lleve a consultar todo aquello que no sabe.

No necesitamos un embrutecido que utilice el poder para sus venganzas personales.

Debemos tener un mandatario que crea en la alternabilidad democrática en el ejercicio del poder.

Un demócrata por convicción que respete la independencia entre los poderes del estado.

Necesitamos un presidente que no sea prepotente.

Un hombre que vea el cargo de primer mandatario como un trabajo transitorio para poder servir.

Un desprendido que jamás se sienta dueño de una patria que no es suya.

Ahora los políticos de nuestro país glorifican a la izquierda y satanizan a la derecha.

Hablar de tendencias ideológicas derechistas o izquierdistas en el siglo XXI, es hacerlo desde la estrechez propia de la óptica de un disminuido mental, que solo evidencia con su odio a la irreconciliable distancia de repudio que hay entre los de un lado y los del otro.

Es absurdo pensar que las direcciones imaginarias de unas palabras que no pueden ser direccionadas, sean las que dirijan el curso ideológico del pensamiento humano.

El ser humano es universal; su ideología es infinitamente ilimitada.

Los librepensadores no permitiremos que nuestro pensamiento sea encarcelado entre los barrotes de una tendencia política.

La libertad de mi pensamiento es superior a cualquier concepto construido a base de  falsedades y quimeras.

Como librepensador no puedo tolerar que las ideas que tengo en beneficio de mi patria, sean aprisionadas por una ideología que ha sido elaborada por quienes ni siquiera nacieron aquí.

Tenemos que servir a la patria sin condiciones ni exclusiones.

Todos somos hermanos; todos merecemos de todo.

Necesitamos con urgencia un libre pensador que ideológicamente solo piense en la patria….  

 

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Prohibido Olvidar

Parece increíble la facilidad que tienen las personas para olvidar los hechos o las ofensas que se reciben tanto en lo personal como a una comunidad; éstas pasan a ser un simple recuerdo muy rápidamente. Me referiré al mamotreto que se construyó en la esquina de la Fiscalía General en Quito.

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