Si usted está cansado de la ineptitud estatal y la generalizada corrupción gubernamental; ha desistido de algún porvenir personal, familiar o profesional por la falta de trabajo y ausencia de crecimiento económico; se encuentra altamente preocupado por el nivel de inseguridad pública; y, ha decidido finalmente emigrar, las actuales estadísticas del Banco Mundial confirman su falta de confianza en el futuro del Ecuador. Los latinoamericanos que desean abandonar sus países de origen constituyen hoy el 31% de su población, un significativo aumento de 12 puntos en menos de una década. De hecho, esta estadística guarda directa correlación con el 67% de la PEA** ecuatoriana y el 31% de su población total, actualmente en el subempleo y/o desempleo.
El nivel de empobrecimiento del país es considerable y además preocupante al asumir que quienes procuran oportunidades en otras latitudes son justamente aquellos que cuentan con una expectativa racional de mayor productividad por sus conocimientos académicos, su disposición a ofrecer mano de obra especializada, o inclusive capacidad de reentrenamiento en algún área técnica. De concretarse un nuevo éxodo nacional, el país correría el riesgo de volverse más primario aún, no solamente por su pérdida en términos adquisitivos, pero más que nada por la ausencia de desarrollo en su tejido social. Una sociedad que no crece en capacidad y calidad de consumo está destinada a un rotundo fracaso por su pérdida en renta y falta de demanda de bienes y servicios en valores significativos.
* Datos generados antes de la pandemia.
** Población Económicamente Activa.
El Ecuador necesita Inversion productiva interna y externa ampliación del mercado interno y externo lo que generara mayor ocupación mejorar los ingresos mejorar la tributación sin incrementar las tarifas procurar un nuevo gobierno libre de robos y corrupción el futura está entus manos voto concierte