24 noviembre, 2024

La nueva reina de Guayaquil

Se trata de NAVILA DIEB, muy bonita de cara, linda por fuera y especialmente por dentro. Muy espiritual. Su lema: “Los guayaquileños pese a las adversidades, somos luchadores”. Una verdad de toda la vida de su existencia como tal desde 1547, no solo hace 200  años, que gracias al PRÓCER Dr. Jose Joaquin de Olmedo y otros ilustres ciudadanos de su tiempo, nos dieron la INDEPENDENCIA, de la Corona de España.

En el interior de este tabloide de Diario Expreso de la ciudad de Guayaquil, hay una reseña de ella, escrita por Vannessa Tapia Alarcon. Vanessa, nos dice que: “la Reina  de Guayaquil, está ávida de continuar la ayuda social que inició como candidata”, y “transformar la vida de cientos de personas”…

Elegante, tiene estilo  al caminar. No en vano ha sido modelo, y se expresa bien al hablar. Estudia Comunicación Social. Tiene a  duras penas 23 años de “risueña existencia”, como decían en el pasado las radiodifusoras de  nuestra ciudad.

Navila, ha expresado en esta entrevista: “…quiere que, junto a la Virreina (Geanella Villar, (su sucesora en caso de renunciar a la Corona), y la Estrella de Octubre (Valentina Silva), conformar un gran equipo. TODAS tenemos el amor y la PASIÓN, por ayudar.”. Nos ha dicho

Es completa, completísima como belleza, corporal y espiritualmente hablando.

Sin querer, doble el tabloide referido. En su parte superior, aparece su bellísimo rostro, en la parte inferior su cuerpo y sus preciosas piernas, que las  luce, estiradas, la una sobre la otra.

Una sola observación tengo a esta fotografía: A los guayaquileños, no nos interesa si nuestra reina tenga buenas o bonitas piernas, para el efecto, es un aspecto secundario. No interesa más, su rostro, su cuerpo, con vestido largo y en especial su alma y sus proyectos.

Navila, reúne todos esos detalles, en buena hora, pero, me permito una muy respetuosa sugerencia: cambie de asesora de imagen o de fotógrafo, o de ambas cosas. Nada más.

Lo reitero sin sinceras felicitaciones.

Viva Guayaquil independiente.

Viva el Bicentenario de su libertad política.

Un fuerte abrazo octubrino a la distancia.

Artículos relacionados

¿Dios es justo o misericordioso?

La parábola del dueño de la viña, que nos relata San Mateo en el Evangelio del 21 de septiembre (Mt 20, 1-16), claramente demuestra que Dios es infinitamente misericordioso, podríamos decir injustamente misericordioso, al menos, ante nuestros ojos humanos. Pagar lo mismo al que había trabajado una hora, que al que había soportado el sol trabajando todo el día, y no sólo eso, pagarle primero al que había trabajado menos, suena a algo injusto. Traducido a la religión, significa que el que fue pecador toda una vida y se arrepiente sinceramente en el último segundo de su vida, irá al cielo más rápido que el que se pasó toda su vida rezando en la Iglesia o sirviendo a sus semejantes.

Es más, todos somos pecadores, pero nuestro mayor pecado es el de juzgar a los demás, y pensar que fulano ya debe estar condenado. Dios perdona inmediatamente y limpia todos los pecados del que lo ofendió. Por eso, nuestro Santo Padre, el Papa Francisco, ha pensado que, ante la justicia divina, es injusto condenar al divorciado a vivir separado de la Iglesia, que es la fuente de santidad de todo ser humano. Si Jesús, en su tiempo, que no era peor que el nuestro, cuando le llevaron a la adúltera y le pidieron que de Él su veredicto, simplemente escribió: “El que esté libre de pecado, que tire la primera piedra.”, porque sabía que todos somos pecadores.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

×