Normalmente en las empresas, Octubre/Noviembre es período para elaborar presupuestos. Pero este 2020 todo es diferente. Y sin embargo, hay que presupuestar, cualquiera que sea la actividad productiva que se cumpla, incluso si es de tipo personal y hasta doméstica. Ya vendrán los detalles, pero en esta entrega me referiré a tres aspectos fundamentales:
1.- SI SOBREVIVIÓ A LA CUARENTENA CONSIDERE QUE PODRÁ ENFRENTAR LO QUE SE VIENE, (sin descartar una nueva cuarentena)
Se estima que se han perdido alrededor de un millón de puestos de trabajo formales por efecto de la pandemia. Aunque las estadísticas del INEC quieran dorar la píldora diciendo que se volvió a crear empleo en el tercer trimestre, lo cierto es que mucha gente fue despedida y la que no, aceptó quedarse laborando con un ajuste salarial fuerte. Para sobrevivir, las familias han tenido que buscar ingresos ejerciendo actividades marginales como —verbigracia— la preparación de alimentos y su entrega a domicilio. Sin embargo, eso no es suficiente para sacar al mercado laboral de la erosión, que se expresa en que apenas un máximo de 4 de cada 10 personas de la Población Económicamente Activa, tiene empleo formal.
Y ¿qué se viene? Con desempleo, no hay ingresos; sin ingresos, no hay consumo; sin consumo no hay demanda; sin demanda no hay producción y sin producción —aquí se cierra el círculo— no hay empleo. La inversión no viene por añadidura, porque depende del clima de confianza que el nuevo gobierno logre implantar. Pero esa es otra parte de lo que se viene. Y de lo que se espera…
2.- DETERMINE AJUSTES CLAVE PARA PASAR DE SOBREVIVIR, A FORTALECERSE.
Como están las cosas al cierre del tercer trimestre de 2020, todo parece indicar que las empresas deberán ajustarse todavía más en 2021, para enfrentar un año que se anuncia restrictivo, incluso no obstante las expectativas que son propias de un cambio de gobierno. Es que las condiciones de evolución de la pandemia del CORONAVIRUS no son predecibles, ni dejan espacio para el optimismo, por lo que los protocolos de bioseguridad con sus requisitos de ocupación de espacios afectarán el desempeño de las líneas de producción.
Con este panorama, no es aconsejable asumir que lo peor ha pasado. Y volver a la realidad como que si se viniese de un período que no se repetirá. Para reducir ese riesgo, defina un plan progresivo de ajustes, basándose en las experiencias vividas desde marzo de 2020; y determine no más de 5 factores clave que debe controlar no solo para sobrevivir, sino para primero CONVALECER y luego FORTALECERSE, pensando en su mercado (y en su competencia).
3.- REINVENTAR PROCESOS
En este entorno de incertidumbre, lo aconsejable es elaborar presupuestos mínimos, con bajos stocks de inventarios, y un óptimo de personal entrenado para cumplir con eficacia, multitareas. Habrá que replantearse en cuanto sea posible, una reingeniería de los métodos de producción, (realmente reinventar muchos procesos, especialmente aquellos intensivos en mano de obra) para asegurar mínimos costos y altos estándares de calidad, es decir alcanzar niveles de productividad competitiva.
2021 será sin dudas un año impredecible. El éxito para enfrentarlo puede empezar ahora mismo. ¿Estamos?