Hay un grupo de políticos que se creen con derecho, porque gritan, vociferan, insultan, maldicen y lanzan improperios a diestra y siniestra, para obtener todo lo que desean. La actitud de estos cobardes envalentonados, en verdad hace un grave daño al país. Desafortunadamente, al ver la pasividad de las autoridades, estos cobardes envalentonados se multiplican en forma geométrica y cometen actos de vandalismo, disque a nombre de la democracia, para destruir y hacer desaparecer evidencias que harían podrir en la cárcel a los que asaltaron inmisericordemente los tesoros del Estado, como ocurrió el fatídico Octubre 2019, cuando incendiaron y asaltaron la Contraloría General del Estado. Se apresó a varias personas, las que en menos de dos días fueron todas liberadas, sin que quede ni siquiera los nombres de los delincuentes, que eran gente mandada a quemar y a destruir evidencias.
Ahora se insiste en enjuiciar a la Ministra por las represiones al vandalismo y a la destrucción. Los pájaros contra las escopetas. Es decir, lo que está bien es destruir, quemar y robar. No defiendo a la Ministra, ella permitió que los que destruyeron queden libres y sin culpa. Lo que me parece inaudito, es la actitud de la enorme cantidad de pájaros con rabo de paja que están en el Gobierno y cínicamente quieren mostrar sus aureolas disque de ángeles inocentes.
Se ha cortado el espíritu de razonamiento. Es mucho más fácil conseguir lo que se desea por medio de insultos, gritos, asaltos, piedras, palos y producir incendios, que por medios racionales.
El principal problema está en la sordera gubernamental. Ya ellos están sordos a los razonamientos y sólo oyen cuando ponen una bomba o repelen también con bala. Entonces reaccionan las autoridades, devolviendo agresión con agresión.
Este camino no lleva a nada bueno. Violencia lleva a violencia y todo se destruye. Ellos quieren actuar así, porque a río revuelto, ganancia de pescadores y pueden lograr mejores ganancias.
El Gobierno no debe seguirles el juego, sino aplicar la ley, pero haciendo lo que deben hacer, encarcelarlos y hacer que paguen las reparaciones de lo que han destruido, pero con mano dura, firme. En el momento en que la autoridad actúe con firmeza y con justicia, estos cobardes matones de barrio, desaparecerán.