Vamos a dejar a un lado todos los peros y entremos a tratar de entender que es lo que se quiere lograr.
Los grupos abortistas, en realidad, ¡no van atrás del aborto por violación! Si fueran atrás de eso, aceptarían las soluciones que ya muchas personas han puesto para evitar el asesinato de los niños que aún no han nacido. Ellos quieren el aborto como una solución para la mujer que queda embarazada y que no desea cargar con la responsabilidad de un niño, ya sea por cobardía, por fuga de su pareja, o porque no sabe cuál es el padre, o por la causa que sea.
Es cierto que hombres y mujeres naturalmente se atraen y es factible que por azares del destino, una mujer quede en cinta.
Pero entremos en materia: de acuerdo con la biología y de acuerdo con la Constitución, desde el momento de la unión del ovulo con el espermatozoide, está formado un ser humano. En su ambiente natural esa criatura crecerá y será un ciudadano como cualquiera de nosotros.
Nuestra Constitución defiende la vida desde su inicio, es decir desde la unión del óvulo con el espermatozoide. ¿Qué sería pues un aborto? Simplemente un asesinato, y no sólo un asesinato, sino el asesinato de un ser completamente inocente y además, indefenso. ¡No tiene como defenderse!
¿Qué culpa tiene este niño para merecer la muerte? ¡Él no pidió venir al mundo! Los padres lo pidieron, por la causa que sea. Él no es parte de los padres, no es, como algunos quieren hacer creer 50% padre y 50% madre. ¡Eso es en cuanto a cromosomas! Él es un ser completamente diferente a sus padres, no tiene nada que hacer con los padres. Él tiene sus propios sentimientos y son completamente diferentes a los de sus padres. Hasta las huellas digitales no tienen nada que ver con las de sus padres.
Por favor, si es necesario matar a alguien, matemos al hombre que lo hizo (si fue por violación), o a la madre que lo va a parir y al padre, pero él no tiene ninguna culpa, ¡ni tiene porqué ser asesinado!
¡Debemos buscar soluciones justas! ¡Todo ser humano debe ser respetado en su integridad!