21 noviembre, 2024

Si no lo hacemos nosotros…¿quiénes?

Todos los elementos climáticos, históricos y geográficos de las Islas Galápagos generan un fenómeno de biodiversidad como en ningún otro lado del mundo. Son un lugar en donde la naturaleza se preserva y el hombre es recibido simplemente como un observador. Son Patrimonio Natural de la Humanidad, y son vida en su mayor esplendor. Lastimosamente, esta misma biodiversidad que muchos de nosotros atesoramos y respetamos, es el objetivo de pesca de varios mercados de lujo en países asiáticos.  

En julio del 2020, una flota de aproximadamente 260 barcos chinos se encontraba pescando en el límite de las 200 millas náuticas que conforman la Zona Económica Exclusiva del Ecuador. Es decir, en el límite que protege a la reserva de las Islas Galápagos. Al poco tiempo de la presencia de esta flota, excesiva basura comenzó a llegar a las orillas de nuestras mágicas islas. Dentro de la desesperación de los habitantes, se generaron mingas para recolectar los cientos y miles de pedazos de desecho que llegaban. Entre los elementos, resaltaron botellas plásticas con envolturas chinas; los efectos de su presencia eran innegables. Inmediatamente, se generaron movimientos y atención mediática que presionó a la flota hacia el sur, amenazando a las costas de países como Perú y Chile. Nuestro problema “desapareció”.  

De manera puntual, la pesca fuera de esta reserva era y es completamente legal. Sin embargo, la legalidad no contempla la maldad o incluso la “viveza criolla” de aquellos predadores con intenciones ocultas. Los barcos fuera de la reserva pueden fácilmente encontrar maneras para saltar cualquier control satelital y adentrarse en la misma. Adicionalmente, en el caso de ser encontrados con especies protegidas, las justifican como un producto de pesca incidental y el problema desaparece. No obstante, se conoce que la presencia de estas flotas se debe desde hace años a la acumulación temporal de especies por la llegada de diferentes corrientes marinas. Entre ellas, el tiburón es un ejemplo de animales cotizados en mercados orientales para propósitos de gastronomía exótica. Así, las áreas grises de las leyes ayudan a los predadores y no a los que deben ser protegidos.  

Hoy en día, el ruido mediático ha bajado en nuestro país y las flotas han regresado a instalarse nuevamente cerca de nuestras reservas. Enfrentamos como ecuatorianos la responsabilidad de actuar en defensa de nuestras Islas y su fauna, pero no lo debemos hacer solo por nosotros. La flota china conocida como Chinese Distant-Water Fishing Fleet se compone de más de 17.000 barcos, afectándonos como humanidad. No se han generado cambios en cuanto a la legislación o protección de las islas porque existen demasiados intereses de por medio. Nos debemos preguntar cuánto más durarán las Islas Galápagos y todos los rincones más ricos y naturales del mundo, si lo único que nos mueve como sociedad son los intereses y el dinero. Es necesario alzar nuestra voz y exigir que se tomen medidas de protección para nuestras Islas, ahora. La batalla es larga, pero si no lo hacemos nosotros… ¿quiénes?

 

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2 comentarios

  1. Para todo hay una posible solución, solamente debemos pensar en hacer las cosa en base a lo justo, la conveniencia del País y su gente. Lo que pasa es que, en la mayoría de situaciones, en que nuestras autoridades deciden, lo hacen en base a intereses creados, intereses pecuniarios para sí, familias, amigos, partidos, etc…

    Mi propuesta es la siguiente:
    Porqué no pensar en una alianza con los EEUU, un control más efectivo para las islas y, para el Ecuador continental?. Podemos tener mejor controlada tanta delincuencia por el narcotráfico, control de pesca ilegal, etc…

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