Un tema que me preocupa mucho, es cómo apoyamos, con nuestras leyes y reglamentos, el cometimiento de los delitos.
Revisemos la lista de candidatos a las diversas dignidades y lo que, de acuerdo al SRI han pagado esas personas como impuesto a la renta.
Si una persona no ha declarado o no ha pagado impuesto a la renta, ¿De qué ha vivido? Se quiere exigir que el candidato tenga títulos de tercer o cuarto nivel, o doctorados, y no nos importa si ha pagado o no el impuesto a la renta.
Dio vergüenza ver en las elecciones presidenciales en los Estados Unidos, las triquiñuelas con las que el aún presidente de los Estados Unidos se movía para no darle al Estado, su parte de las ganancias. Aquí, nosotros hacemos lo mismo, aunque de modo diferente, aceptando que gente que ni siquiera presenta su declaración de Impuesto a la Renta, pueda resultar electo asambleísta, alcalde, presidente, edil o cualquier otro puesto de dignidad pública.
Si se lo pilla robando, y no tiene plata, ¿con qué dinero va a devolver lo robado? ¿En este país la gran mayoría vive del aire? ¿De dónde aparecen tantos automotores? ¿Cómo se mueven los negocios? ¿Es que acaso vivimos en el país de los sapos?
Creo que nuestras leyes son una invitación a la mentira y que lo que se busca es que la principal fuente de ingreso, sea la política y el Estado.
Es fácil ver quiénes son las personas más ricas del país y es facilísimo adivinar cómo pasaron de pobres a millonarios, en tan poco tiempo.
Si se quisiera enderezar el país, lo primero que hay que hacer, es exigir que, los que deseen ser candidatos a algo, hayan hecho su declaración de impuesto a la renta, por lo menos los últimos cuatro años, y que para inscribirse como candidato, haya declarado de que ha vivido los últimos cuatro años.
De otra manera habrá que dar nombramiento de cándidos a todos los ecuatorianos.