Así fue el debate que supuestamente tuvieron los 16 candidatos a la Presidencia auspiciado por el CNE. Nada positivo se generó luego de las 64 preguntas que tuvieron que responder por sorteo.
Si se pide que se realice una investigación del nivel de sintonía que tuvieron los dos días de debate el sábado 16 y domingo17, se verá que la población demostró poco interés a partir de lo que seria los primeros 30 minutos. Una vez que observó la mecánica del proceso, muchos buscaban afanosamente otro programa para huir de la cadena nacional.
Las preguntas elaboradas en sobres cerrados, si bien tenían temas como la corrupción, salud, educación, relaciones internacionales, etc., casi todas fueron escritas con palabras rebuscadas y llenas de recovecos que lo único que contribuyeron es a que las respuestas sean vagas, sin concretar el tema y que por último terminaran respondiendo cualquier cosa y consumir los dos minutos que tenían.
Mas interesante para el pueblo aun indeciso, hubieran sido preguntas precisas, principalmente enfocadas a los ofrecimientos que algunos candidatos han venido haciendo durante su campaña en diferentes medios, ejemplo: ¿Cómo hará para exportar el agua? Como va conseguir el dinero para pagar los 1000 dólares que ofrece a 1 millón de personas? ¿Como prohibir la salida del país de las personas sino comprueban su honestidad? ¿Qué les ha robado este gobierno? Etc. Con la respuesta venia la repregunta; entonces y solo entonces se hubiera visto un real debate.
Tan poco beneficio han tenido en general todos los debates, que lo único que ha quedado en la retina de el pueblo llano, son los falsos ofrecimientos que ciertos mentirosos- farsantes, que son percibidos como algo directo a la vena, una inyección de billete o algo que conlleve llenar el estómago. Es que la situación es tan acuciante que no hay peor cosa que la decisión de un loco con hambre, sin trabajo y posiblemente enfermo.
Hay que tratar que, hasta 7 febrero, día de las elecciones, el pueblo pueda tener la mayor cantidad de insumos para que tome una decisión acertada que marque definitivamente el sendero de este país hacia el progreso y la estabilidad, que solo la podrá dar un mandatario con la preparación necesaria para enfrentar una situación como la hoy se atraviesa.