21 noviembre, 2024

El COVID-19 y la vacuna

No quería escribir sobre el tema por vergüenza ajena, pero viendo que la pus salta en toda América, considero un imperativo analizarlo.

En Ecuador, el Presidente saltó en defensa del Ministro de Salud y, a Dios gracias, la prensa, pese a que el expresidente señor Correa, la considera corrupta y maldita, trató la noticia con delicadeza. Donde primero saltó entonces, fue en Perú y ahora ha saltado en Argentina.

El problema es la mezcla de terror, pánico y miedo, provocado por lo ocurrido desde diciembre 2019 hasta la fecha, y el descontrol de la gente, que se empieza a pelear por las dosis de vacunas contra el COVID-19, con el terror de que no alcance para todos, o que nos de la enfermedad antes de poder vacunarnos.

Antes de adentrarnos en el tema, creo necesario recordar que TODAS LAS VACUNAS PARA EL COVID-19, sin excepción, tienen aprobación para USO DE EMERGENCIA, SOLAMENTE. Unas, aprobadas en más países, otras, en menos.

¿Qué quiere decir “autorizado para uso de emergencia”? ¡Que nadie es responsable si la vacuna te hace daño!

¿Por qué esa advertencia? Porque es un producto que se está aprobando para su uso, sin que nadie pueda estar seguro ni de su efectividad, ni de su inocuidad en el 100%. Se supone que…

El ser humano actúa por pánico, y en la desesperación, busca protegerse y proteger a sus seres queridos. Entonces, en su miedo, quiere cualquier tabla de salvación y es capaz de romper todas las reglas para protegerse y proteger a los que ama.

Si tengo un puesto que me puede dar acceso a la protección, voy a aprovechar esas palancas para ser el primero y en el caso de mis familiares y amigos, lo mismo.

En Argentina, el Ministro renunció, en Perú fue renunciado, en Ecuador fue protegido. Tres formas de reaccionar, de tres Gobiernos diferentes y habrán muchos otros que tendrán problemas, quizás menos en los países a los que les sobra el dinero.

Y hay un punto más que no están tomando en cuenta, las autoridades y las personas que están discutiendo sobre el tema: como ocurre con todos los egoísmos, ¡la sapada sale cara!: Se están olvidando de algo importante: ¡LA SABIDURÍA DE DIOS! Cuando procedes con angurria, te encuentras que, a la gente que no quedó protegida, al adquirir la enfermedad en forma irregular, o a los vacunados, porque ya hay vacuna, pueden aparecer mutaciones que pueden ser más contagiosas. Incluso cabe la posibilidad de que “¡Dios no lo quiera!”, alguno de los cambios vírales, produzca una enfermedad más grave.

Considero más lógico esperar y no desesperarse. “El pánico es un pésimo consejero.”

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Lo que debemos replantearnos…

La vida nos da constantes lecciones de cómo debemos vivir. Todo lo que necesitamos saber se encuentra en la existencia. El ser humano a veces es incapaz de comprender las señales que se le presentan. Sin embargo, hay acontecimientos inesperados que nos muestran los cambios que debemos hacer con lo que nos queda por vivir.

Tenemos una falsa creencia de inmortalidad que nos hace indiferentes a nuestro tiempo real de vida. Pensamos que las desgracias solo les ocurren a los otros, pero no a nosotros. Actuamos como si tuviéramos la seguridad de que nuestra existencia es indefinida.

En las tragedias ajenas se esconden muchas lecciones que debemos aprender. Cuando alguien que queremos descubre que debe enfrentarse a su muerte prematuramente, se nos revelan varias señales. Son mensajes que nos advierten los cambios radicales que debemos dar a nuestro vivir. Estos indicios son más fáciles de comprender si amamos al ser que tiene esa tragedia. De la manera cómo quién queremos tiene conciencia de su partida, descubriremos también que nuestra partida será más pronto de lo que imaginamos. El ver cómo enfrenta a su muerte, nos ubica en la realidad de que ya hemos vivido más que aquello que nos queda por vivir.

1 comentario

  1. Mi temor es de que los vacunados con ARN, puedan quedar sin defensas inmunológicas después de 1 o 2 años, igual que los pacientes de SIDA.
    No han querido o no han tenido tiempo para investigar, pero a lo mejor, han tenido miedo de que los anticuerpos les ganen la carrera.

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